pasar a través Alberto Ruizméndez
Si las características únicas del populismo son una defensa de las sociedades democráticas y los beneficios políticos, ¿por qué su discurso y acciones causan tanta controversia? ¿Por qué deberíamos oponernos a un proyecto que intenta mejorar la sociedad?
El populismo nos confunde porque, a pesar de nuestra intuición o certeza sobre sus peligros y peligros excesivos, cualquier crítica nos hará ver como si nenemos la existencia de la injusticia social que lo condena.
Para esta confusión conceptual y política, debemos deshacernos de su percepción de las personas y comenzar a preguntarnos cómo el populismo define a sus oponentes porque existe una clave para mejorar o combatirlo.
Una cosa sobre el populismo es seguro: su discurso se basa en la división social, su contenido depende del estado, el líder o los antecedentes, pero su apariencia se determina al establecer dos grupos opuestos de política y moralidad.
En los últimos años, hemos visto cómo los líderes populistas de todo el mundo explotan las divisiones sociales (clase, nacionalidad, raza, cultura) como el estándar de la ideología política durante la campaña electoral, incluso una toma de decisiones gubernamentales.
En México, durante su mandato de seis años, ex presidente Andrés Manuel López ObradorEn su reunión matutina conocida como «La Mañanera», insertó en nuestra imaginación política de que los «conservadores» son enemigos de «buenos tipos». Sus calificaciones populistas, imposibles de ser un adjetivo negativo en su comprensión de la sociedad y los ejercicios del gobierno. sí mismo– No tienen dudas.
Pero, no hay duda de que, según estos términos, promueve una atmósfera de polarización emocional, creando límites impermeables para la diversidad política y social del país, ya que buscan lugares públicos para definir su lugar donde se ven obligados a elegir uno u otro.
En una encuesta reciente sobre el tema, analizamos más de 1,000 reuniones matutinas de López Obrador para buscar características definitorias de «conservador» para comprender los tipos de impacto que sus discursos pueden tener en las prácticas democráticas. Aquí hay algunos resultados.
Entre el corpus de la conferencia analizado entre 2018 y 2023, 734 temas estaban «conservadores», con un total de 2,388 que mencionaron el término y sus cambios (conservador, conservador, conservador, ideología conservadora, etc.). Impulsado por el software Atlas.
Estas palabras son las siguientes: corrupción, hipocresía, dictadura, contrario al cambio, clase, racismo y oponentes. A través del software anterior, se puede demostrar que en el discurso populista de López Obrador, estas palabras no se usaron en ninguna otra circunstancia, por lo que les dio poder simbólico y político para posicionar a los «conservadores» como enemigos de los proyectos que representa.
A partir de estos resultados, se puede decir que «conservador» se ha convertido Un símbolo de expresión, es decir, una palabra que implica acción: los conservadores iguales a la corrupción, mentir, robar, discriminación. En este sentido, en el populismo obradista, la categoría de «conservadores» se refiere al comportamiento y el estatus político de una persona que lo coloca en el ámbito del comportamiento ilegal e inmoral, excluyendo a sus participantes políticos en los asuntos de la vida colectiva.
¿Qué impacto tiene este descubrimiento en la relación entre el populismo y la democracia? Recuerde que si bien encontrar obstáculos y dificultades puede sugerir obstáculos y dificultades en su práctica, esta es la única forma de gobierno para las personas con igualdad de derechos y capacidad para participar en la toma de decisiones colectivas, la posibilidad de participación igual que la toma de decisiones políticas sea vinculante para todos.
Cuando el discurso populista es negativo sobre la democracia, luego a través de las divisiones sociales, amenaza con privar a la igualdad de derechos de participación a quienes consideran al enemigo. Si el discurso populista está lleno de expresiones, por un lado, esta expresión no promueve la gradualidad de los derechos y las libertades, y se basa en la descalificación moral, colocando a sus enemigos en un comportamiento ilegal e inmoral, entonces crea un conflicto que solo puede ser resuelto mediante la cancelación de una parte.
De estos elementos, el discurso populista ejercerá Polarización emocionalEs decir, un discurso vertical degradado que establece otra oposición con una «dimensión emocional importante» que crea una reacción dividida entre las personas: o usted está conmigo, el defensor de las personas o con los conservadores: corrupción, hipocresía, autoritarismo, contrario al cambio, racistas, racistas y racistas.
Es un hecho que se cree que el populismo está definido por las características de las personas. Pero, para deshacerse de la confusión que nos hace entrar, es hora de evaluar sus calificaciones democráticas, porque se caracteriza por su forma única: si se ve como un enemigo sin igual que participar, el populismo es negativo para la democracia.