El humor canario lleva años en alza. La forma en la que el isleño se toma la vida –con esa socarronería capaz de hacer sonreír en la situación más tensa–triunfa en los escenarios de la stand up comedy. Con una generación de artistas consagrados procedentes, además, de todas las Islas, ya nadie duda de la capacidad local para arrancar sonrisas dentro y fuera del Archipiélago.
Pero a ese buen estado de salud se le añade ahora otro buen designio, el del relevo generacional. Jorge Ávila es uno de los encargados de llevar las risas con acento canario hacia el futuro. Estudió Ingeniería pero un buen día decidió dejarlo todo, literalmente, para entregarse profesionalmente al oficio que más y mejor piensa en el bienestar emocional de sus clientes: el trabajo de hacer reír a los demás.
Ávila estará en Tenerife el próximo 17 de mayo en Tito’s Tenerife para poner en escena su espectáculo Esto no estaba pensado, un show con el que ha agotado ya todas las entradas disponibles. Espera, eso sí, volver pronto a la Isla y continuar –despacito pero con buena letra– llenando recintos cada vez más grandes.
Este creador de contenidos y humorista de tan solo 27 años ya se ha hecho un hueco en los escenarios. Se le considera una promesa pero se está dando a conocer muy rápidamente. «Mi vida tenía otro camino totalmente distinto a este», explicó. «Estaba estudiando Ingeniería en Gran Canaria pero no sabía qué hacer con mi vida. Volví a Fuerteventura y después retomé de nuevo los estudios», añadió.
Oportunidad
Otro humorista canario, Saúl Romero, le ofreció la oportunidad de subirse unos minutos al escenario durante uno de sus espectáculos. «Escribí unos diez minutos, fue en 2022 y desde entonces no he parado de unirme a cualquier micro abierto. En octubre del año pasado me decidí a ir a muerte con esto», explicó.
Así que Ávila lo dejó todo por amor al humor, podría decirse, y por el momento no se ha arrepentido ni un ápice. Y sí, considera que los actuales reyes y reinas de la comedia en Canarias –nombres como Kike Pérez, el propio Saúl Romero, Omayra Cazorla, Delia Santana, Aarón Gómez o Abubukaka– son un referente y una inspiración para él. «Claro que lo son», dijo. «Ellos han estado ahí desde hace años. Hay una cosa que le escuché por casualidad a Kike Pérez. Un día en televisión dijo que lo que le cambió la vida a él fue ir a la psicóloga. Escucharle eso a alguien que para mí es un referente me animó a ir también».
Agenda
Ávila disfruta sobre el escenario y asegura que eso de que arrancar una sonrisa no es tan fácil no es algo que él crea a pies juntillas. «Me lo dicen mucho pero no me lo parece. Estuve muchos años en el camino equivocado y sé que difícil es levantarte a las tres de la mañana para preparar el pan, por ejemplo», explicó.
Los próximos meses se le presentan llenos de actividad, como una actuación en el Infecar de Gran Canaria en la que estará arropado por Saúl Romero y Omayra Cazorla. También piensa en formarse mejor para su nueva carrera como humorista. «Quiero estudiar y aprender», sentencia.