La jornada de este viernes 11 de abril pasará –muy posiblemente– a la historia del arte contemporáneo de Canarias: la presentación de una generación de artistas.
La Galería Artizar inaugura, a partir de las 19:00 horas, la muestra GEN80. Esta exposición, todo un momento de celebración para la cultura hecha en las Islas, permanecerá abierta en este espacio lagunero hasta el próximo 8 de junio.
Los gestores de la sala han aprovechado que se cumple el aniversario de otro momento definitorio tanto para la sala como para el arte de las Islas. «Se cumplen 25 años de Triálogos, una exposición mítica con la que la Galería Artizar reabría sus puertas en el año 2000 tras algo más de un año de cierre por motivos de índole personal», explicaron.
25 años de otro hito
Aquella recordada muestra logró reunir el trabajo de seis artistas plásticos canarios agrupados en torno a dos momentos muy concretos en toda carrera de un artista. Por un lado, los ya consagrados Luis Palmero, José Herrera y Juan Gopar. Por el otro, tres creadores que en ese momento estaban comenzando su carrera: Santiago Palenzuela, Julio Blancas y Sema Castro. En Triálogos también se incluyó la publicación de un libro en el que seis autores reflexionaban sobre los trabajos presentados por los artistas de la muestra.
En esta GEN80 participan seis artistas que tienen una cosa en común, el haber nacido en la década de los 80: Marco Alom (Tenerife, 1986), Romina Rivero (Tenerife, 1982), Alejandro Correa (Tenerife, 1984), Romina Rivero (Tenerife, 1982), Alejandro Correa (Tenerife, 1984), Luna Bengoechea (Gran Canaria, 1984), Federico García Trujillo (Tenerife, 1988) e Idaira del Castillo (Tenerife, 1986).
«Es un momento especial porque es la presentación de toda una generación que hemos llegado a la mitad de carrera. Además, y teniendo en cuenta que se organiza en el aniversario de la exposición Triálogos, es más importante si cabe para nosotros», explicó Alom. «Ellos, de alguna manera, nos hicieron de padrinos; son nuestros amigos y referentes», añadió.
Imagen promocional de la exposición. / El Día
Como ya sucedió en 2000, los gestores de Artizar han pedido a otros seis críticos o comisarios canarios que reflexiones en sus textos sobre el trabajo de cada uno de esos artistas. De esta forma, Dailo Barco ha escrito sobre Marco Alom; Verónica Farizo sobre Luna Bengoechea; Adonay Bermúdez sobre Idaira del Castillo; Dalia de la Rosa sobre Alejandro Correa; Diana Padrón sobre Federico García Trujillo y Eduardo Caballero sobre el trabajo de Romina Rivero. Todos estos autores tienen en común con los creadores el haber nacido, también, a lo largo de la década de los ochenta.
En la mitad de su carrera
La situación de todos estos artistas es la misma. Han dejado atrás la etiqueta del artista emergente y se adentran, poco a poco, en eso que ahora se denomina con el anglicismo «mid-career» o, lo que es lo mismo, «a mitad de carrera». Es un momento que deja al creador, por decirlo de alguna manera, en una especie de limbo. «La mayoría de ayudas o convocatorias suelen llegar hasta los 35 años o menos. Cuando estás en este punto no eres ni un novel ni un veterano», detalló Alom, que la semana que viene viajará con Artizar a ExpoChicago para mostrar su trabajo en Estados Unidos.
No obstante, haber llegado a ese estado profesional tiene también su vertiente positiva. «El trabajo se hace más interesante, ya no estás perdido y tienes una línea, sigues probando pero con experiencia y más calidad».
La obra
Marco Alom participa en esta exposición con un biombo de gran formato que mide 2,80 metros de ancho por 1,70 de alto y que representa a una garza que cae sobre un cañaveral y arde. «Es un acto poético, la caída hace que al mismo tiempo se expanda el alma mediante el fuego; lo que tú eres se extiende, pese a las dificultades», explicó.