En el ambiente se percibe el mismo efecto que genera una reunión de excompañeros de estudios muchos años después de recibir las últimas notas. Las inevitables canas, o en el peor de los casos la traicionera alopecia, las arrugas y el desgaste de los años que no volverán se transforman en carantoñas y rostros de felicidad cuando Manuel Ortega Orteguita cruza una mirada cómplice con Alfonso Jorge Frías o Ramón García Marichal se funde en un sincero abrazo con Miguel Velázquez, el único boxeador canario que ha conseguido un título de campeón del mundo y, a su vez, el protagonista principal de la última aventura del director santacrucero David Cánovas.
Miguel Velázquez: El catedrático del ring es un viaje a la edad de oro del boxeo tinerfeño; los años en los que Juan Albornoz Sombrita ya lo tenía todo hecho y tomó el relevo generacional una legión de púgiles que evitaron que este deporte cayera en el olvido. Esos días de glorias, focalizados en la figura de Miguel Velázquez, fue lo que pudieron ver los centenares de espectadores que ayer por la mañana decidieron ocupar una de las butacas de la robusta sala 10 de los Cines Yelmo Meridiano de esta capital. El resultado final fue una cariñosa y larga ovación que obligó al homenajeado a ponerse en pie para agradecer el aliento de los que asistieron a esta última pelea.
Tomás Miguel Velázquez Torres (Santa Cruz de Tenerife, 1944), en la «fotografía» del primer ministro. | Agotamiento
Organizada en clave documental, la cinta tiene una duración de 118 minutos y 41 segundos y oculta en su trastienda piezas claves para levantar esta producción; nombres como el de Raúl Jiménez Pastor, un realizador lagunero que fue clave a la hora de despertar la curiosidad de Cánovas, Antonio Hernández Ruiz (sonido directo), Lucía Grimaldi (directora de fotografía), Ana Marina López (maquillaje), Mireia García (directora de producción) o Lourdes Rojas (directora de arte).
Todo comienza en la ciudadela de El Toscal, el barrio santacrucero en el que nació el 27 de diciembre de 1944 el que señalan como uno de los principales referentes del boxeo español, prosigue en sus años de infacia y juventud en Taco y empieza a tomar cuerpo con un primer combate en el arranque de la década de los sesenta. El periodista Antonio Salgado, una de las voces más autorizadas para explicar entramados de este deporte, es una de las voces que analizan el auge y el adiós de Velázquez. Él, Caco Senante, Ricardo Melchior… no quisieron perderse el estreno de una cinta avalada por Free Run Producciones Slu y cuyos derechos pertenecen a la Televisión Canaria, que si no hay contratiempos la incorporará a su programación el próximo mes de mayo. También asistieron al estreno Cristina, Lola y Miguel, los hijos de Miguel Velázquez.
Sandro Domínguez (i) y David Cánvas se saludan. | Agotamiento
El boxeador Sandro Domínguez ejerce de actor para recrear algunas de las jornadas míticas que encumbraron al tinerfeño a lo más alto de la actualidad deportiva nacional e internacional. El respeto que se ganó entre sus adversarios, el fratricida cruce entre Miguel Velázquez y Pedro Carrasco con el cinturón de campeón de Europa en juego, las conquistas continentales y los dos cruces con el tailandés Muangsurin con el Mundial en juego aparecen retratados en un documento que destila emoción, humanidad, naturalidad; desprende canariedad.