Mar Grimalt (Felanitx, Mallorca, 1996) es una de las artistas que participa en Malpaís: Springlab, un encuentro anual dentro del proyecto Island Connect que se desarrolla en el Espacio La Granja de Santa Cruz de Tenerife y reúne a profesionales del ámbito de las artes escénicas de las islas europeas: Canarias, Mallorca, Irlanda, Vis, Bornholm, Cerdeña, Córcega, Åland, Suomenlinnan, Madeira y Lofoten. Reconoce que para ella sentirse turista en esta primera visita a Canarias «es un tema delicado». No obstante, está tratando de disfrutar del paisaje de la Isla, disfrutando de las tierras, las piedras y arenas negras, «desde el respeto y la curiosidad».
¿Qué importancia tiene la celebración de una iniciativa como Malpaís, dentro del proyecto Island Connect?
Está siendo muy intenso, no sólo por el trabajo sino también por la carga emocional de los temas que estamos tratando. Estamos abordando el encuentro desde la disidencia, hablando del exceso de turismo, la explotación de los cuerpos y de la tierra. Está siendo muy bonito conocer artistas de lugares diferentes y compartir con ellos. También está siendo duro conocer las realidades de los diferentes países porque tenemos la representación de dos Europas opuestas.
Usted ha sido una de las primeras participantes del proyecto Island Connect precisamente porque su creación artística está muy vinculada a los temas que aborda esta iniciativa.
Claro, creo que, como artista, una nunca es ajena a lo que sucede alrededor; creo que todo nos influye y que, cuando tenemos una necesidad artística, estamos emitiendo un grito interior, como de protesta o necesidad. Entonces, para mí es imposible desvincular la insularidad de mi proyecto artístico. De hecho, mi anterior proyecto giró alrededor de la sobreconstrucción porque mi familia tenía una empresa de materiales de construcción, mientras que en mi nuevo proyecto quiero explorar los mismos temas aunque desde un punto de mira diferente.
Si no me equivoco, en su nuevo proyecto también aborda una parte importante de ese territorio, sobre todo para las islas, que es el mar, el agua que les rodea.
Sí, es verdad que el agua guarda para nosotros una gran emoción. También es importante para mí el tema de las profundidades, que es algo que me interesa mucho: por un lado está la superficie, la claridad, y luego está la parte oscura, todo lo que está por descubrir, lo oscuro y lo amargo. El agua es un medio que une las islas, pero a la vez nos separa.
En su carrera artística, no solo se centra en la composición de música, sino también en la danza o performance. ¿Cómo decide de qué forma expresar cada proyecto? ¿Qué es lo que le mueve a hacer una cosa u otra?
Yo creo que es parte de la escucha, de entender qué es lo que necesita cada proyecto en cada momento. A veces, lo que necesito expresar no lo puede hacer sola y eso me obliga a buscar lazos fuera, porque a veces mi herramienta no es suficiente. Considero que mi herramienta es la voz, pero a veces la tengo que completar para ofrecer una expresión completa. Creo que depende del proyecto y del momento vital.
Habla de lazos con las formas de expresión e imagino también que lazos con otros artistas, que con sus mentalidades y talentos pueden ayudarla a construir un proyecto redondo.
Claro. Es como en el caso de este encuentro, donde todos partimos del tema de la insularidad, que es lo que nos une, pero eso es tan solo un punto de partida. En esta cita me puedo encontrar un artista visual que me inspira, un artista sonoro o una persona que trabaja con el cuerpo. Aquí estamos creando una red internacional de personas que se pueden apoyar las unas a las otras. Esto nos está dando puertas a las que llamar para poder colaborar en un futuro. Creo que eso es lo más valioso que nos aporta Malpaís. Además de conocer la realidad de Canarias, obviamente. Yo vengo desde Mallorca y comparto mucho de lo que aquí sucede, pero creo que Canarias presenta, específicamente, una problemática diferente.
A lo largo de estos días ha tenido la posibilidad de identificar características singulares de cada uno de los territorios participantes en el encuentro, que pueden ser coincidentes entre ellos o no. En ese sentido, ¿le ha sorprendido o destacaría alguno?
Por un lado, a todos nos une estar aislados del continente y que sea necesario contar con un medio de transporte para poder desplazarnos, pero sí nos diferencian las políticas de cada lugar, sobre todo en lo referente al turismo y la vivienda. En Canarias, en Mallorca o en Italia no existen políticas tan restrictivas a nivel de vivienda o turismo y en las islas del norte no entienden por qué nos sucede esto. Quieren darnos consejos pero esto no es cuestión de días, ni de meses, ni de años, porque es algo que llevamos mucho tiempo luchando.
Habla de políticas relacionadas con el turismo o la vivienda, que tanto les importan y que demuestra que la creación artística se encuentra atravesada por los diferentes temas que afectan a la sociedad.
Efectivamente, y por eso creo que es positivo que este encuentro tenga lugar este año en Canarias, porque la gente que está aquí es consciente y es sensible a estos temas y los artistas estén abiertos a escuchar y reinterpretar desde el arte.