¿Es la primera vez que participa en el festival Tenerife Noir?
Sí, soy la novata. Me ha hecho muchísima ilusión, la verdad. Me he encontrado con muchísimos escritores, compañeros, a los que he entrevistado en algunas ocasiones. Les admiro un montón y cuando me lo dijeron no me lo pensé. Yo ya estoy escribiendo la segunda parte de esta novela y los fines de semana es cuando puedo acelerar el proceso pero esta visita valía la pena.
Vino para hablar de Luna Roja, que es entonces la primera parte de ese libro que está preparando ahora.
Bueno, van a ser entes independientes que se podrán leer de forma totalmente autónoma. Pero son libros conectados por el mismo personaje, ya que ha gustado mucho y he tenido la suerte de que se ha incorporado mucho lector masculino gracias a este libro. La realidad es que a mí me leen, sobre todo, mujeres. Pero yo me he dado cuenta de que con Luna Roja he sumado a muchos hombres y eso me encanta.
¿Y por qué cree que esto ha pasado justo ahora y con esta novela?
Creo que pasa con todas las novelas misterio. Es un género donde hay un público masculino que también es muy interesante. De todas formas, no me gusta seccionar ni por edades ni por sexo, pero sí que es verdad que yo tenía más lectoras mujeres y con Luna Roja creo hemos igualado el nivel de interés por mis libros. Es algo que me hace mucha ilusión porque con esto de las promociones vas por distintas zonas de España y ves que casi todas las que acuden a las presentaciones son mujeres de club de lectura.
Y es que las que leen son, básicamente, las mujeres.
Sí. La verdad es que estoy sorprendida y a la vez encantada de que las mujeres estén llevando la voz cantante con respecto a la lectura. Son ellas las que elevan un libro a best seller o no. Es que, además, una vez que un lector te quiere, te va a seguir a través de todas sus novelas. Lo importante es que se enamore de alguno de tus libros y a partir de ahí va a seguirte cada vez que hagas algo. Es algo muy bonito porque a la vez que viajo por distintas zonas de España me voy encontrando lectores de mi primera novela. Acaba siendo como una familia. De hecho, yo procuro estar en contacto, que no nos veamos solo una vez al año o cada dos años, sino que tengamos como una continuidad a través de las redes sociales.
También es una mujer la protagonista de Luna Roja, Margot Peters.
Sí, es una periodista que escribe de moda. El robo de un collar de una marquesa la lleva al mundo del suceso y ahí ella se encuentra muy cómoda. Margot es muy seguidora de Sherlock Holmes, el personaje de Conan Doyle. Este, de alguna manera, le va diciendo dónde se esconde la verdad: en los pequeños detalles. Como es muy lectora de Conan Doyle, va siguiendo todas sus deducciones. Al final se engancha tantísimo al mundo del suceso que colabora en el semanario El Caso y trabaja con el comisario de la Policía. Como en esta época (1954) todavía no había mujeres en el cuerpo, ellos le piden ayuda para las cosas en las que es muy necesaria. Se convierte en la pupila del comisario y se va formando, poco a poco, para combatir el crimen.
La época que retrata es otro de los atractivos de esta novela. La posguerra empieza a quedar un poco atrás y se respiran aires de modernidad. Su personaje se mueve, además, entre la alta sociedad.
Si, como Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa de Alba, o Aline Griffith, que fue la condesa espía. Se casó con el conde de Quintanilla, que luego fue conde de Romanones. Este personaje se mueve entre personajes ficticios y personajes reales. Fueron años vistosos. España se llenó de actores y actrices norteamericanas debido a que se implantaron aquí bases norteamericanas. Empezamos a ver por aquí a grandes estrellas del cine. Resulta interesante retratar esa España en evolución y que se empieza a abrir a otras corrientes. Por ejemplo, la música de Elvis Presley, que en ese año arrasa. O Françoise Hagan, que triunfa en Francia.
Y el mundo del redactor de sucesos, que da para mucho…
Margot, lo que hace, igual que lo hizo Margarita Landy –que es un personaje en el que me inspiro mucho– es romper moldes y abrir caminos diferentes. Hasta entonces las mujeres solo escribíamos de moda y a partir de ese momento ella empieza a escribir de sucesos. Se salió del carrilito. Me gusta cuando alguien intenta abrir nuevos caminos arriesgando, como hace ella.
Después de tantos años de periodismo, en qué medio se siente más cómoda, ¿en la radio?
Sí, me encuentro más cómoda en la radio porque no tenemos la espada de Damocles de la audiencia como la tiene la televisión. Podemos hacer entrevistas un poquito más largas y podemos hacer especiales dedicados a un personaje, por ejemplo. En la televisión todo tiene que transcurrir a mucha velocidad y creo que a esa velocidad es imposible llegar a un personaje.
¿Y en Margot ha encontrado un personaje con el que caminar hacia un segundo libro?
Sí. Me voy con ella a los años 60, una década en la que en este país pasó de todo. Me lo estoy pasando fenomenal. Espero que el lector también.