Santo Domingo.-Líder político Abel Martínez Condenó firmemente la agresión dominicana pacíficamente en la comunidad El Hoyo de Friosa en Baviera, exigiendo respeto por la soberanía nacional y obedeciendo la ley, y luego aumentando frente a situaciones irregulares en los territorios estatales de los haitianos.
Se describe a Martínez como establecer «alrededor» para limitar los derechos de las personas a probar, mientras que a miles de extranjeros irregulares pueden cruzar la frontera sin control.
«La periferia que debe controlarse es el límite. El límite que ya existe, correspondiente a que respete a quienes violan nuestra soberanía», dijo.
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También dijo que suprimir a los dominicanos en su propia tierra para elevar sus voces para defender el país es un delito grave por la dignidad nacional y que la respuesta del estado no puede ser una represión de aquellos que exigen órdenes, legitimidad y protección del estatus dominicano.
Ante esta situación, Martínez reiteró la urgente necesidad de planes nacionales para enfrentar la crisis de inmigración con medidas claras y firmes:
1. Deportación masiva de haitianos en situaciones irregulares a través de acciones regulares en comunidades, granjas, fábricas y lugares públicos.
2. Los controles fronterizos estrictos se fortalecen con la tecnología, la vigilancia militar continua y los puntos de retención.
3. La supervisión de la mano de obra extranjera se limita a sectores como la agricultura y la construcción, incluido el censo nacional, las tarjetas biométricas y los controles estrictos.
4. Eliminar la industria turística del Partido Haitiano ha abrumado el sistema nacional de salud.
5. Implemente un sistema de identificación digital para extranjeros sin el cual no podrán obtener empleos, salud, educación o subsidios.
6. Reformas legales que ocultan la soberanía, incluidos los juicios más estrictos sobre los traficantes y un marco legal para fortalecer la nacionalidad.
Abel Martínez señaló que la República Dominicana no puede continuar tolerando esta situación.
«Los dominicanos no fueron suprimidos, y escucharon a su alrededor. La periferia es la frontera … no el corazón del país».