Una serie «policíaca», pero «más al estilo Agatha Christie» y con paisajes «luminosos», así describe Miguel Ángel Silvestre su próxima serie, ‘Weiss y Morales’ (RTVE), que se rodó en Canarias y que el actor y su coprotagonista, Katia Fellin, han presentado en el festival francés Séries Mania.
«Es fácil de ver en familia. Los crímenes no son especialmente sangrientos», avanza Silvestre en una entrevista con EFE en la ciudad francesa de Lille (norte), donde se celebra hasta mañana este festival, que es el mayor del mundo dedicado en exclusiva a las series de televisión.
Ha sido concretamente en el mercado de Séries Mania, fuera de las competiciones oficiales, donde esta coproducción hispanoalemana -en la que unen fuerzas RTVE, ZDF, Portocabo, Nadcon y ZDF Studios- ha enseñado una muestra de lo que en España y Alemania se podrá ver próximamente: cuatro episodios de 90 minutos que presentan cada uno un caso diferente.
El actor de 42 años, nacido en Castellón, encarna la parte española del inusual dúo policial formado por Nina Weiss y Raúl Morales, una agente de la policía criminal alemana (BKA) y un sargento de la Guardia Civil española unidos casi por el azar en Canarias, a raíz de la muerte de un ciudadano alemán en las islas españolas.
Con esas cartas y el atractivo del aparente choque de culturas hispanoalemán, ‘Weiss y Morales’ es un ‘thriller’ procedimental clásico, pero a la vez es también todo lo contrario a lo que se acostumbra a ver en el género.
«Han intentado huir de las series de crímenes en las que sucede todo en espacios más cerrados, tenebrosos, oscuros, con todo el ruido de la ciudad, y se han ido de repente a un lugar paradisíaco donde parece que no va a suceder nada. Pero por debajo están sucediendo muchas cosas», indica Silvestre, que se lanzó al proyecto enamorado de lo que la productora Portocabo había hecho con la serie ‘Hierro’.
Además, no son personajes extremos «o mundos imposibles donde nunca jamás podrías entrar», aporta por su parte Fellin, nacida en Trento (Italia) en 1992, y con una trayectoria vital que la ha llevado por Alemania, Escocia o Ecuador, donde aprendió su casi perfecto español y donde todavía asegura tener la mitad de su corazón.
Es una «mujer compleja», llena de «mil matices» y de «mil culturas», la describe Silvestre, mientras que Fellin asegura que su compañero de reparto fue una de las principales razones por las que se sintió como en familia desde «el primer segundo» durante los rodajes en la isla de La Gomera, en su primera experiencia como actriz en España.
El yin y el yang en las islas
Lo que vivieron los intérpretes es algo paralelo a lo que les ocurre a sus personajes, pero a sus ‘alter ego’ de ficción les cuesta mucho más adaptar sus maneras contrapuestas de trabajar.
«Una forma muy matemática y una forma más espontánea y desordenada», sintetiza Silvestre, aunque el avance de la trama hace que esos dos polos juntos se revelen como la unidad perfecta.
En todo caso, España y Alemania tienen «una relación muy larga», recuerda Fellin, y que es más estrecha aún en las Islas Canarias, ya que hasta allí viajaron muchos alemanes en los años setenta y ochenta para instalarse en La Gomera en «comunidades hippies».
Por eso, la actriz piensa que la audiencia -ya sea en España, en Alemania o en otras partes del mundo- va a sentirse atraída precisamente por «la mezcla de culturas, de idiomas», porque es algo que forma parte con normalidad de las propias sociedades, hasta en las islas más pequeñas.
«Y viendo también que funciona la convivencia y que no es siempre un problema. Porque estamos acostumbrados a ver problemas», recalca Fellin.
En España la serie se podrá ver en La 1 esta misma primavera y, aunque no avanzan planes concretos, tanto Silvestre como Fellin quieren continuar metiéndose en la piel de los agentes Weiss y Morales en el futuro.
«Yo les pido que pasemos por Berlín también. Es algo que les pido a los productores. Lo he dicho ya de varias maneras. Volver a Canarias, pero tocando Berlín un poquito», reclama Silvestre con una sonrisa.