Dos generaciones de artistas se dan cita en la Galería Bibli para reflexionar, desde el textil y desde el dibujo, sobre aquello que mueve al ser humano. La inmensa sabiduría de Juan de la Cruz y la extrema minuciosidad de Laura González Cabrera dialogan en Augures como si estas obras estuvieran hechas en concreto para esta exposición, pero que en realidad fueron creadas hace años y que ahora se dan cita en la santacrucera Galería Bibli. Esta exposición, inaugurada el viernes 14 de marzo y que se podrá visitar hasta el próximo 16 de mayo, forma parte de un proyecto puesto en marcha por la galería santacrucera en el año 2016 y que se centra en confrontar a artistas de generaciones diversas pero cuyas obras presentan algún punto en común.
En este caso concreto, Juan de la Cruz nació en el año 1948 en Tenerife, mientras que Laura González Cabrera es de Gran Canaria y nació en 1976. De la Cruz interviene en Bibli con varias piezas realizadas entre las décadas de 1970 y 1980, momento en el que dio forma a su escasa producción artística, de alrededor de 40 piezas. El gerente de Bibli, Fernando Pérez, afirma que «es uno de los artistas que renovó la escena plástica en Canarias» y añade que esta selección es prácticamente inédita puesto que tan solo fueron expuestas tras su creación en la Sala Conca de La Laguna. Por su parte, la propuesta de González Cabrera va transitando hacia el ámbito matemático. El característico texto en sus pinturas ha ido desapareciendo hasta dar forma a un entramado orgánico, que recuerda a un dibujo textil.
De este modo, la trama se convierte en el elemento en el que convergen ambas propuestas artísticas, aunque cada uno de ellos la afronta desde disciplinas distintas. Mientras que los dibujos de la propuesta de González Cabrera podrían terminar convirtiéndose en piezas escultóricas, las creaciones de Juan de la Cruz recuerdan, en cierta forma, a un dibujo realizado, de principio a fin, con la ayuda de un telar.
Entre las piezas de Laura González Cabrera destaca el Manto de la armonía, expuesto en ARCOmadrid el pasado año, así como un mural realizado para esta exposición en una de las paredes de la galería chicharrera. Las aves que los augures romanos observaban para adivinar el futuro protagonizan esta propuesta de la grancanaria, que hace así clara referencia al concepto desarrollado por Gino Sinesi para armar esta muestra.
La artista celebra esta oportunidad que le llega de la mano de la Galería Bibli y reflexiona: «Para mí, los textiles son como los primeros cuerpos y ellos funcionan actualmente dentro de una sociedad que está regida por códigos informáticos y matemáticos. Así que esta propuesta viene a poner en relación lo que para mí siempre ha sido mi fuente de inspiración». Es la primera vez que se evidencia de manera tan explícita la vinculación de su propuesta con la parte textil y celebra, además, poder compartir sala con las piezas de Juan de la Cruz, «en un momento en el que me parece necesario reflexionar sobre la parte corporal de los trabajos, ahora que lo instantáneo y lo digital lo ocupan todo».
A pesar de que tan solo una de las piezas es inédita, el mural, Laura González Cabrera explica que las obras que ya tienen algunos años «se actualizan» en esta nueva propuesta puesto que, sostiene, «esta exposición es una obra en sí». La artista defiende la riqueza de la pintura háptica. «Aunque mis cuadros son planos, mi pensamiento para llevarlos a cabo es tridimensional, y eso es lo que me permite pensar también en los textiles», reflexiona.
La creadora también aborda la oportunidad de poder exponer junto a Juan de la Cruz. Así, Augures no solo habla de textil y dibujo, de cuerpos y matemáticas, sino también de relaciones intergeneracionales. «Es placentero compartir la exposición con un hombre que hace piezas textiles, porque históricamente ha sido un trabajo relacionado con las mujeres, mientras que la pintura parecía cosa de hombres, y yo la represento en esta ocasión», expresa la coautora de la muestra.