La película dominicana Sugar Island competirá en la Sección Oficial 28º Festival de Cine en Español de Málaga como una de las producciones con sello canario. El largometraje dirigido por Johanne Gómez supone la nueva coproducción del realizador canario David Baute, que recientemente recibió el premio Goya a Mejor película de animación por Mariposas Negras, entre otros galardones, que se medirá contra otras 21 propuestas candidatas a la Biznaga de Oro.
Este largometraje será uno de los seis filmes iberoamericanos seleccionados para el certamen, que se celebrará del 14 al 23 de marzo, en una programación que crece en volumen con 260 producciones totales. La coproducción entre Guasabara Producciones (República Dominicana) y Tinglado Film, se estrenó en el Festival de Cine Global de Santo Domingo y disfrutó de su premiere internacional en la Sección Giornate degli Autori de la Mostra de Venecia.
«Este es un año que no se repetirá nunca más, supongo [risas]. Después de tantos años, todo lo que nos pasó es muy bueno.
La trama de Sugar Island se centra en una adolescente embarazada llamada Makenya, quien acompaña a su abuelo cañero a las protestas de los trabajadores de la industria azucarera, amenazada por la mecanización. La película transita en el limbo entre el documental y la ficción, abordando temas como la lucha por la justicia social, el racismo y la condición de las corporalidades negras en el pasado y en la actualidad. «Quiero recalcar que este es un trabajo de productoras independientes, que siempre han estado en Canarias y no vienen de fuera atraídas por incentivos fiscales. Hemos bregado mucho para conseguir este ambiente y que el cine canario tenga un recorrido importante», señala Baute.
Otros títulos
En esta 28º edición del Festival de Málaga, la Sección Oficial contará también con otros títulos destacados del cine español e iberoamericano. Entre las producciones españolas competidoras se encuentran La buena letra, de Celia Rico, La buena suerte, de Gracia Querejeta, La furia, de Gemma Blasco, Los tortuga, de Belén Funes, y Sorda, de Eva Libertad. Además, se suman otros títulos internacionales como El cielo de los animales, de Santi Amodeo (España), Jone, batzuetan, de Sara Fantova (España), y La terra negra, de Alberto Morais (España).
En el apartado iberoamericano, Sugar Island competirá junto a otras propuestas como Culpa cero, de Valeria Bertucelli (Argentina), El ladrón de perros, de Vinko Tomicic (Bolivia, Chile, México, Ecuador, Francia e Italia), El diablo en el camino, de Carlos Armella (México y Francia), Nunca fui a Disney, de Matilde Tute Vissani (Argentina), Perros, de Gerardo Minutti (Uruguay y Argentina), y Violentas mariposas, de Adolfo Dávila (México).
Aunque Sugar Island se concibió como una pieza documental, las complicaciones burocráticas y los permisos de rodaje en los bateyes —ingenios de azúcar de República Dominicana—, forzaron a la película a convertirse en un híbrido que transita entre la realidad y la ficción, y en el que participan movimientos como la Unión de Trabajadores Cañeros, el Grupo de Gagá de la 30 de San Pedro de Macorís y activistas antirracistas de la Isla. «Es una propuesta difícil y autoral, pero estamos muy contentos con el resultado», asegura Baute.
Según Baute, «la invisibilidad en la historia de Canarias sobre procesos coloniales y esclavitud, genera el acercamiento de Tinglado Film a un cine que observa y reflexiona desde un posicionamiento social y político. Canarias, al igual que República Dominicana, fueron islas del azúcar donde la maquinaria de la conquista instauró el racismo, que hoy perdura en los bateyes con la comunidad haitiana».
Desde una perspectiva decolonial y afrofuturista, la historia de Makenya aborda la intersección de raza, clase y género, y plantea interrogantes sobre el impacto de la colonización en Latinoamérica. El periplo de Sugar Island continúa su distribución en festivales y se estrenará el 21 de marzo en salas de cine.
Sugar Island contó con el apoyo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), DGCINE, Programa Ibermedia, la participación de la Radio Televisión Canaria y el Cabildo de Tenerife, en donde se han filmado parte de la película. Baute asevera que Canarias y República Dominicana repiten los mismos patrones históricos y sociales: «Primero fueron islas conquistadas; más tarde islas del azúcar; y ahora el turismo es el factor que lo mueve todo».