Panorama del país. En su discurso de este martes, en el marco del Día Nacional de la Judicatura, el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Luis Henry Molina, calificó las demoras judiciales como un «desafío existencial» y compartió una serie de casos en los que se indica la gravedad de la demora. .
«Hay cientos Historias que ilustran la desesperación y la incertidumbre Se genera un caso pendiente. Por ejemplo, una madre en Puerto Plata vio su humilde casa destruida por un incendio y esperó 13 años para que se resolviera su caso”, dijo Molina.
Mencionó que entre los logros destacables, se resolvió más del 98% de los 11,268 casos admitidos en 2023, quedando solo 561 casos pendientes. Asimismo, destacó que juzgados como el Segundo Juzgado Penal han resuelto todos los casos del año pasado en un plazo máximo de seis meses. Además, desde junio de 2019, la SCJ ha resuelto un total de 47.986 casos.
De cara al futuro, la SCJ pretende completar la digitalización de todas las decisiones desde 1913 e implementar un plan nacional de infraestructura judicial. También se dará prioridad a reducir los impagos en jurisdicciones clave, como las penales y las inmobiliarias, centrándose en las zonas con alta densidad de población. Molina enfatizó la necesidad de promover la resolución alternativa de conflictos, modernizar los procesos y mejorar la interoperabilidad entre los actores del sistema de justicia.
«El enorme desafío del default persiste. No descansaremos hasta que nadie viva en la incertidumbre por falta de justicia. Este es nuestro compromiso», afirmó.
Transformación digital y acceso a la justicia
Molina destacó que gracias a la implementación de herramientas digitales, el poder judicial ahora opera 100% con firma digital, agilizando los procesos de manera más rápida y segura.
Además, más de 6.000 usuarios pueden gestionar casos y realizar procedimientos a través del portal de acceso digital, un avance importante que permite a los ciudadanos acceder y gestionar en línea documentos del Tribunal Supremo, el Tribunal Superior Administrativo y el Tribunal Civil.
“El próximo desafío es involucrar a todos los actores del sistema de justicia en el proceso”, dijo Molina.
La transparencia es ‘la piedra angular del sistema de justicia’
En su discurso, Molina destacó los avances que ha tenido el sistema judicial dominicano en los últimos años en términos de confianza, ética y digitalización.
El índice de estado de derecho de la República Dominicana ha subido ocho puestos, consolidando su posición como uno de los países que más ha mejorado en la región, según el World Justice Project. Sumado a esto, la confianza de los ciudadanos en el poder judicial ha aumentado 4 puntos porcentuales desde 2020, según el informe Latinobarómetro 2024.
Actualmente el país se ubica por encima de países como Brasil, Chile y Panamá, y justo detrás de Uruguay y Costa Rica.
«La ética y la responsabilidad son fundamentales para solidificar una relación de confianza con la sociedad», dijo Molina. Destacó que estas cualidades, sumadas a la capacidad de los jueces para aplicar correctamente la ley, son claves para fortalecer la independencia judicial y acercar la justicia a los ciudadanos.
La SCJ también impulsa una agenda internacional que incluye la organización de la XXII Cumbre Judicial Iberoamericana en mayo de 2025, un espacio para compartir buenas prácticas y fortalecer la independencia judicial en la región.
A través de estas medidas, el poder judicial busca reafirmar su compromiso con la reforma del sistema de justicia dominicano, enfocándose en la eficiencia, la accesibilidad y la confianza social.