El 41º Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC) comienza con un programa de conciertos que promete cautivar a los melómanos con la calidad de sus solistas. La joven violinista granadina María Dueñas, a sus 21 años, será la encargada de inaugurar esta edición bajo la batuta de la reconocida maestra estadounidense Marin Alsop.
La solista emergente, cuya carrera se ha disparado en el panorama internacional, se unirá a la prestigiosa Philharmonia Orchestra de Londres para interpretar el Concierto para violín en Re mayor de Erich Wolfgang Korngold. Una obra que, compuesta en la década de 1930, es un exponente del lirismo romántico con ecos del lenguaje cinematográfico que caracterizó al compositor.
Este primer recital tendrá lugar el 10 de enero en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, seguido por una segunda función el 11 de enero en el Auditorio de Tenerife. La elección de Alsop como directora de este evento es especialmente significativa, ya que es una pionera en el mundo de la dirección orquestal, siendo la primera mujer en dirigir la Orquesta Sinfónica de Baltimore y una ferviente defensora de la inclusión en la música clásica.
Vibra el alma
El director artístico del FIMC desde 2018, Jorge Perdigón, definió esta edición con el lema Vibra el alma, una expresión que encapsula la intención de conectar profundamente con el público a través de la música. En una entrevista con Efe, Perdigón se mostró optimista ante esta 41ª edición del Festival, anticipando la posibilidad de superar los 1.300 abonados, un hito sin precedentes. Atribuye este éxito a una estrategia de comunicación más efectiva y a la atracción de un público más joven, además de un programa que considera «atractivo y pertinente», diseñado para desarrollarse en un formato de cinco semanas.
Entre los nombres destacados que participarán en el festival se encuentran figuras de renombre mundial como Hilary Hahn, Midori Goto, Leonidas Kavakos y Lisa Batiashvili, reafirmando el compromiso del FIMC con la excelencia artística.
La programación del festival incluye 61 conciertos distribuidos en 21 escenarios de las Islas Canarias, ofreciendo más de 100 obras que abarcan desde el repertorio clásico del siglo XVIII hasta composiciones contemporáneas, interpretadas por un elenco de más de 900 músicos. Esta edición es histórica, marcando un hito con la mayor participación de instrumentistas canarios en la historia del festival, lo cual subraya el creciente talento local y su integración en un evento de proyección internacional.
El concierto inaugural comenzará con Strum para orquesta de cuerda de la compositora estadounidense Jessie Montgomery. Esta obra, escrita hace 18 años, refleja una vibrante mezcla de elementos folclóricos y contemporáneos, y es un testimonio de la capacidad de Montgomery para crear una música que resuena con diversidad cultural. La velada culminará con la Suite nº1 de Romeo y Julieta de Sergei Prokofiev, una de las piezas más icónicas del repertorio sinfónico, que captura con intensidad la tragedia y el romance de la obra de Shakespeare.
La dimensión humanista del FIMC se manifiesta nuevamente en esta edición, destacando su compromiso con temas sociales y culturales de actualidad. Uno de los conciertos más esperados es el del violinista Michael Barenboim junto con el Ensemble Nasmé, una formación de cámara palestina que ofrecerá un recorrido por las Islas Canarias.
Este proyecto no solo es una experiencia musical, sino también un acto de activismo cultural, promoviendo el entendimiento a través del arte en medio de las tensiones en Oriente Próximo. El repertorio del Ensemble Nasmé combina obras maestras de Mozart, Rossini y Dvořák con música tradicional palestina, creando un diálogo entre lo clásico y lo contemporáneo, lo europeo y lo mediooriental.
Tras el arranque protagonizado por Dueñas y Alsop, la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, bajo la dirección de su titular Karel Mark Chichon, interpretará la monumental Tercera Sinfonía de Gustav Mahler, los días 17 y 18 de enero en Tenerife y Gran Canaria, respectivamente.
La pieza es conocida por ser una de las composiciones orquestales más extensas del repertorio sinfónico, con una duración aproximada de 90 a 100 minutos. Esta monumental obra, que consta de seis movimientos, supera en extensión a muchas otras sinfonías clásicas y románticas, como las sinfonías de Beethoven o Brahms, y se compara en ambición y escala con la Novena de Bruckner o la Octava de Mahler, conocida como la Sinfonía de los Mil.
El virtuoso Pinchas Zukerman regresará al FIMC los días 18 y 19 de enero, asumiendo un doble rol como director y solista junto a la Sinfonía Varsovia. La interpretación de Zukerman, siempre caracterizada por un lirismo profundo y una musicalidad impecable, promete ser uno de los puntos culminantes del festival, con la colaboración con la Sinfonía Varsovia.
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La 41º edición, con su amplia y diversa programación, destaca no solo por la calidad de sus intérpretes, como María Dueñas y Michael Barenboim, sino también por su compromiso con proyectos que trascienden lo musical, como la integración de músicos locales y la colaboración con artistas de contextos geopolíticos complejos.