Panorama nacional._ dentro de este marco batalla de feUn tradicional mitin evangélico tuvo lugar este miércoles en el Centro Olímpico, donde miles de personas participaron en fervientes oraciones por la paz mundial y la situación que afecta a todas las regiones del planeta.
Sonaron trompetas, sonaron canciones de esperanza y los participantes enviaron un mensaje claro: los llamados a la unidad y la paz son vitales para el bienestar global.
A las 16.00 horas, el acto comenzó con una oración simultánea, en la que los participantes pidieron el fin de los conflictos bélicos, especialmente los que asolan a Israel, y pidieron una resolución pacífica de las tensiones internacionales, bajo el lema «Cisterna Rota». Impactando a millones de personas.
«Señor, te pedimos por la paz en el mundo, por los países que están sufriendo, por Israel, por todas las víctimas de la violencia. Te pedimos que extiendas tu mano de misericordia al mundo entero», dijo el líder religioso en el evento. que también reflexionó sobre cuestiones globales y un espacio muy necesario para la unidad.
En este sentido, los evangélicos no sólo se centran en temas internacionales sino que también abogan por fortalecer los valores del amor y la solidaridad, aspectos fundamentales en tiempos de crisis.
El ambiente festivo pero solemne fue propicio para que las miles de personas presentes transmitieran un mensaje de esperanza, orando por la resolución de los conflictos bélicos, el bienestar de las naciones y la unidad del pueblo de Dios frente a las dificultades. Desafíos del mundo moderno.
El evento también contó con llamados de grupos evangélicos a trabajar por la justicia social y mejorar las condiciones de vida en sus propios países.
Si bien la atención se centró en la paz mundial, también se exigieron mejorar el sistema penitenciario de la República Dominicana, un tema que sigue siendo una preocupación subyacente para el país.
Miles de personas se reunieron con paraguas y banderas y el evento concluyó con un llamado a la unidad global y un compromiso con una paz duradera. Los evangélicos ponen su esperanza en la acción colectiva, expresando el deseo de contribuir al bienestar global a través de la oración y la acción.