La historia de Pamela Almánzar, una joven de 28 años que falleció luego de someterse a múltiples cirugías plásticas bajo la dirección del Dr. Edgar Contreras, generó indignación y consternación. Denunciado por numerosos cargos de negligencia médica y muerte desde 1998, Contreras se ha convertido una vez más en el centro de la controversia.
Pamela, quien fue descrita por su pareja romántica Dahiana Imaya como una mujer hermosa y «perfecta», buscó una cirugía de reducción de senos porque se sentía insegura acerca de su cuerpo. Sin embargo, durante la consulta, el cirujano la convenció para que se sometiera a una abdominoplastia, además de realizarle otras cirugías supuestamente sin su consentimiento.
Programa no autorizado
Según la pareja de Pamela, los médicos le realizaron una liposucción en brazos, piernas y entrepierna sin informarle. Esto salió a la luz cuando un miembro del personal médico lo mencionó accidentalmente, pero Pamela negó haberlo consentido.
«Le realizó una liposucción en los brazos, las piernas y la entrepierna de Pamela sin que ella lo supiera», dijo su pareja.
Los signos de abandono fueron evidentes desde el inicio del proceso. La pareja denunció que tuvieron que adquirir medicamentos y bolsas de sangre por falta de insumos básicos en el centro. Incluso intentaron darle el alta horas después de hacerle una transfusión de sangre.
«Les dije que no, que no me la iba a llevar porque acababa de donar sangre», añadió su pareja.
dias dolorosos
Después de ser dada de alta del hospital, la condición de Pamela mejoró intermitentemente, pero aún enfrentaba un dolor insoportable, dificultad para respirar y otras molestias. En un grupo de WhatsApp al que asistían otros pacientes del mismo cirujano compartían diferentes «enfermedades».
El 23 de diciembre, Pamela fue llevada a un chequeo de rutina y la situación siguió desarrollándose a un ritmo peligroso. Según la pareja, a pesar de que el equipo médico les aseguró que todo estaba bien, los problemas persistieron.
Unos días después, tras presentar signos de deterioro, fue trasladada nuevamente a la clínica.
A las 14:00 horas, Pamela falleció. Su amiga Yomaris Amezquita informó que a pesar del arduo trabajo de Pamela en el gimnasio y el conocimiento de denuncias previas contra el Dr. Contreras, optó por someterse a una cirugía.
«Sentía mucho dolor», dijo Amesquita.
«Pamela no necesita nada, es perfecta, pero no se ciñe a las reglas… quiere cambiar, quiere ser siempre genial», recordó Dahiana Ymaya, pareja de Pamela.
El silencio del doctor Contreras
Luego de su muerte, la doctora Contreras se negó a brindar información, alegando que la pareja de Pamela no era un familiar inmediato. Salió de la clínica poco después y desde entonces no se sabe su paradero.
«Solo queremos que se haga justicia», denunció la pareja de Pamela.
llamado a la reflexion
El caso de Pamela Almánzar ha reavivado el debate sobre si el país necesita regular y fiscalizar a los profesionales de la cirugía plástica. Su familia y amigos esperan que su historia genere conciencia y prevenga nuevas tragedias.
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