Santo Domingo.- El cáncer de próstata, conocido como el “enemigo silencioso del hombre”, no es una enfermedad prevenible, pero puede ser curable si se detecta de manera oportuna.
Así lo explica la doctora Johanna Marte Díaz, uróloga-oncóloga del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), quien recomienda a los hombres someterse a una evaluación prostática anual a partir de los 40 años.
Según la especialista, durante esta evaluación se puede detectar una elevación del antígeno prostático específico, lo que podría hacer sospechar la presencia de cáncer de próstata y permitir su diagnóstico en una etapa temprana, ofreciendo así una opción de tratamiento con intención curativa.
Marte Díaz destacó que el cáncer de próstata es el cuarto más común a nivel mundial y el segundo más frecuente en hombres, estimando que uno de cada ocho hombres podría padecerlo a lo largo de su vida. Además, señala que seis de cada diez casos diagnosticados corresponden a hombres mayores de 65 años.
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“Lamentablemente, este cáncer no presenta signos ni síntomas de advertencia, salvo que se trate de una enfermedad avanzada. Los síntomas urinarios obstructivos relacionados con un crecimiento benigno de la próstata son más comunes”, argumenta la especialista al referirse a la sintomatología.
El diagnóstico
La doctora afirma que existen diversas herramientas que pueden ayudar en el diagnóstico del cáncer de próstata, tales como una historia clínica detallada, un examen físico adecuado (tacto rectal), la prueba sanguínea de antígeno prostático específico, imágenes prostáticas y la resonancia magnética multiparamétrica, que ofrece la información más precisa.
“El diagnóstico definitivo se realiza con el estudio histopatológico del tejido prostático (biopsia de próstata), que se realiza cuando en el estudio de imagen se detecta alguna lesión”, explica la doctora Marte Díaz.
¿Cómo es la operación de próstata?
La doctora Marte Díaz explica que la cirugía enfocada en el tratamiento radical del cáncer de próstata se conoce como prostatectomía radical.
Esta cirugía puede realizarse de manera convencional por vía abierta, laparoscópica o asistida por robot (cirugía robótica).
La prostatectomía radical asistida por robot es el estándar en el manejo del cáncer de próstata con intención curativa, ya que ofrece una alta tasa de control oncológico, menor riesgo de complicaciones trans y postoperatorias, y una recuperación más rápida.
La intervención consiste en la extirpación total de la glándula prostática y parte de los tejidos circundantes en pacientes con cáncer de próstata.
La prostatectomía radical robótica proporciona una vista 3D del campo quirúrgico, lo que permite una visualización precisa de los planos anatómicos y el perfeccionamiento de los movimientos del cirujano, logrando un mejor control oncológico.