El cineasta de Algeciras Alexis Morante dirige ‘¿Es el enemigo? La película de Gila’, que redescubre a un Miguel Gila casi desconocido: aquel joven de 18 años que combate en la Guerra Civilespañola y casi muere. Comedia, fantasía, antibelicismo y ternura se unen en una producción en la que debuta el clown y mago Óscar Lasarte, en el papel de Gila, y al que acompañan Natalia de Molina y Salva Reina. Un proyecto levantado por el productor malagueño José Alba, quien, al frente de Pecado Films, está detrás de títulos tan celebrados del cine español reciente como ‘Viaje al cuarto de una madre’, ‘Cerrar los ojos’ y ‘Sevillanas de Brooklyn’.
Regresa a la cartelera tras ‘El universo de Oliver’, un coming of age muy andaluz que gozó de éxito, buenas críticas y ganó premios internacionales. ¿Cambia de rumbo con ‘¿Es el enemigo? La película de Gila’?
En realidad, yo veo similitudes en todo lo que hago. A priori, ambas películas no se parecen en nada: Oliver es una película muy sobre mi generación, muy costumbrista, muy pequeñita, mientras que Gila es un personaje enorme. Pero me gusta y me atrae la positividad de ambos personajes y con el que acaban las dos películas, aunque las dos tienen un pozo triste y nostálgico. En cualquier caso, para mí, lo fundamental es buscar la emoción pero no de una manera artificiosa. Esas dos películas y todo lo que hago, también la de Camarón [‘Camarón: Flamenco y revolución’], son viajes emocionales.
Desde luego, este años los biopics españoles han inundado las pantallas: desde ‘Segundo premio’, pasando por ‘La estrella azul’, siguiendo por ‘Marco’, ‘Soy Nevenka’… Aunque su película no es un biopic al uso, desde luego.
José Alba se hizo con los derechos de sus memorias y se puso en contacto conmigo para levantar el proyecto. Cuando las leí me apunté, y me di cuenta de que era una vida que iba pidiendo el formato de largometraje de ficción. La gran dificultad de llevar a la pantalla a alguien tan popular y mítico como Miguel Gila era el enfoque de la historia. Nosotros queríamos hacer un película sobre el tiempo de Gila en la guerra, algo que le marcó de por vida y le convirtió en lo que acabó siendo para el resto de nosotros. Pero eso desconcertaba: la gente quería ver la vida de Gila, desde sus inicios hasta el final, como nos ha acostumbrado la mayoría de biopics. Esto desconcertaba un poco pues la gente lo que quería era ver la vida de Gila, desde sus inicios hasta el final, como nos han acostumbrado algunos biopics. Cuando haces un biopic está de querer abarcarlo todo y puede llevarte a un relato donde vemos trocitos de vida sin mucha profundidad emocional, y nosotros no queríamos eso.
Pero la apuesta no parece haber salido mal. ‘¿Es el enemigo’? ha recibido ya algunos premios del público en algún festival que otro…
Me acuerdo de cuando los posibles inversores dudaban de que la película funcionara porque no resultaba una comedia al uso, tampoco un biopic al uso… Cuando la proyectamos en San Sebastián Televisión Española la vio y nos dijeron que ésa era precisamente la película que querían. Y a partir de ahí se movió en diversos festivales, con la gente emocionada al terminar la proyección, algunos premios…
Al ver el filme se nota la intención de agradar a los que conocemos a Gila y de buscar a las nuevas generaciones, a personas que no saben quién es.
Se ha intentado hacer las dos cosas, algo que también me ha ocurrido cuando dirigí documentales de figuras como Camarón y Héroes del Silencio. Estamos hablando de iconos y para intentar que lleguen a una franja más joven o moderna se requiere otro tipo de montaje más dinámico, otra manera de contar las cosas. No queríamos que fuera algo rancio y triste como es una guerra. Cuando la he visto con público se me han acercado jóvenes preguntándome por Gila y deseando llegar a casa y meterse en el Google para ver todo lo que había hecho. Y después estaba el otro extremo, personas mayores cuya experiencia no tiene nada que ver con la de los jóvenes, para los que Gila forma parte de sus vidas, y a ellos la película les toca muy adentro.
No queríamos abarcar toda la vida de Gila para terminar viendo trozos de vida sin gran profundidad
¿Es una película la suya sobre la Guerra Civil?
Es una película sobre el cómico español más grande y también sobre la tragedia española más grande, la Guerra Civil. Tengo clarísimo que en Estados Unidos Miguel Gila sería una superestrella, se habrían hecho más películas sobre él, un hombre gris que es capaz de sacar una sonrisa en un país sumergido en la posguerra y marcando un punto de inflexión en el humor que se hacía en España. No, no es una película sobre la Guerra Civil aunque sí es una película profundamente antibelicista, que critica el absurdo de la guerra.
Hábleme del reparto.
Yo tenía claro que el protagonista no debería ser un actor famoso. Hicimos cástings, se buscó por todos lados… Y surgió la idea de encontrar a cómicos que no fueran famosos, que no fueran conocidos para el gran público. algo parecido a Dani Rovira en ‘Ocho apellidos vascos’, un tipo simpático, cercano y no una gran estrella. Y hemos acertado al dar con Óscar Lasarte. Le hemos rodeado de actores más consagrados, de peso, volubles, que supieran manejarse en la comedia y en el drama, como, por ejemplo, Salva Reina, un cómico puro que es muy bueno en el drama, y Adelfa Calvo, que fue de las primeras que elegí porque quería que la abuela tuviera acento andaluz porque la abuela de Gila era de Jaén.
Por cierto, tiene pendiente de estreno otro biopic, ¿verdad?
Sí, hace dos años rodamos una película sobre el reguetonero Ozuna. Ya está acabada pero no sé cuándo saldrá. Supongo que como es un artista muy grande estarán buscando el momento más adecuado para estrenarla. Es una película sobre su propia vida interpretada por el propio Ozuna, un reguetonero puro de Puerto Rico, con un pasado oscuro, sus heridas de la infancia porque de pequeño le mataron al padre… Por cierto, Ozuna, además de cantar y componer, actúa muy bien