El escritor mallorquín Guillem Frontera ha fallecido este lunes en Palma a los 79 años. El autor de Sicília sense morts, entre otras muchas obras, formaba parte de la Generación de los 70 y era un novelista muy querido y respetado.
Frontera nació en Ariany en 1945 y se formó en el seminario Seráfico de la Porciúncula (de los frailes franciscanos de la TOR), una etapa que recordaba negativamente y que le despertó sentimientos de desprecio hacia la religión.
Se formó en la lengua y la literatura catalanas de forma autodidacta, entrando en círculos relativamente clandestinos y amparado por las generaciones anteriores. A los 20 años, fundó y dirigió La Sínia (1965), una colección de poesía donde publicó los primeros libros: A ritme de mitja mort (1965) y El temps feixuc (1966).
A pesar de este temprano interés por la poesía, pronto empezó a cultivar la narrativa, género al que se ha dedicado desde entonces. Como novelista, a los 23 años entró con fuerza en el panorama literario catalán con Els carnissers (1968), Premi Ciutat de Palma de Novela Gabriel Maura, que se publicó con el prólogo de Llorenç Villalonga.
Visionario del colapso de Mallorca
Fue la primera obra que presentó el colapso de la isla como consecuencia del turismo, una nueva industria que transformaba la economía y la sociedad de arriba a abajo. De este modo Frontera se insertó en el realismo social con un planteamiento crítico que continúa en las obras posteriores: Cada dia que calles (también galardonada, esta vez con el Premi Ciutat de Manacor de novela 1969) y Rera els turons del record ( 1970).
En 1977 sale a la luz Tyrannosaurus, una novela paralizada por la censura y polémica porque narra la vida de unos alumnos preadolescentes del seminario franciscano de la Porciúncula, que sufren abusos sexuales por parte de un religioso.
En 2020, se publicó una versión revisada y actualizada. Continuó el itinerario narrativo en 1979 con el libro de relatos Les estrelles suaus de primavera y con La ruta dels cangurs, la primera novela negra escrita por un autor mallorquín. A continuación, publica las novelas Una dolça tardor (1983), Un cor massa madur (1994) y tras varios años de silencio literario, llega Si una nit penses en mi (2011), L’adéu al mestre (2013), Sicília sense morts (2015), que fue adaptada a una serie de televisión, y La vida dels cossos (2019).
Entre otras cuestiones, estas obras tratan críticamente el mundo del arte (especialmente la pintura) y la corrupción política. Exploran también el valor de la memoria y las emociones humanas. Algunas se han traducido al alemán y al castellano
Polifacético y con intereses muy diversos, Frontera comisarió exposiciones de pintura y escultura en la Misericòrdia, el Casal Solleric, la galería Ferran Cano, etc.) y redactó sus textos de los catálogos.
Su compromiso para difundir la catalanidad de Balears fue reconocido en 2007 con el Gabriel Alomar de los Premis 31 de Desembre de la Obra Cultural Balear. En 2023, el festival de novela negra catalana Tiana Negra le concede el Premio Trayectoria a la Creación.