La animación antes de Disney: de los primeros cortos a los locos años 30

En 1937 Walt Disney cambió para siempre el mundo de la animación con el lanzamiento de la película ‘Blancanieves y los siete enanitos’. Sin embargo, la historia de los dibujos animados se remonta a finales del siglo XIX, y tuvo varias metamorfosis en las primeras décadas del siglo XX con la llegada de los primeros personajes mundialmente famosos.

De ‘Felix el Gato’ a ‘Betty Boop’, pasando por los ‘Looney Tunes’ o los primeros trabajos de Disney, la era pre-Blancanieves estaba llena de movimientos exagerados, situaciones estrambóticas y mucho sentido del humor. Aquí tenemos un paseo visual con varios ejemplos en vídeo de cómo fueron evolucionando los dibujos animados a principios del siglo pasado.

Los primeros pasos de los dibujos animados.

En 1896, el cineasta británico J. Stuart Blackton fue enviado como reportero del New York Evening World a entrevistar a Thomas Edison y hablar acerca de su último invento por aquella fecha, un proyector de cine llamado Vitascopio. La entrevista la realizaron en la cabaña estudio de Edison, donde el inventor grabó a Blackton haciendo dibujos sobre una pizarra.

En esta grabación, Blackton dibuja una cara con varios elementos, y luego borra y cambia algunos haciendo que parezca el que dibujo ha reaccionado. Se trata de una secuencia stop motion que, aunque no está considerada como una animación en sí, fue en la primera en la que se empezaron a ver las posibilidades de esta técnica.

El dibujante y animador francés Émile Cohl está considerado como uno de los padres de los dibujos animados. Su leyenda cuenta que en 1907, a los 50 años, se encontró el póster de una película que estaba evidentemente sacado de uno de sus cómics. Tras hablar con el dueño del estudio fue contratado como guionista, y así empezó a involucrarse cada vez más en el mundo del cine. En 1908, Cohl creó Fantasmagorie, que es considerada la primera película totalmente animada que se hizo en la historia.

La animación era bastante rudimentaria, y el tipo de dibujo que se utilizaba también. Utilizó unas 700 ilustraciones, las cuales fue poniendo encima de un cristal iluminado. Lo más interesante de todo es que los dibujos parecían dibujados encima de una pizarra, aunque esto no era más que una ilusión producida utilizando los negativos de los dibujos.

El historietista estadounidense Winsor McCay es uno de los nombres más importantes de la historia del cómic con su clásico ‘Little Nemo in Slumberland’. En 1891 participó en una pequeña película muda llamada Little Nemo, en la que se incluye un fragmento de pura animación a partir del minuto ocho. En este fragmento podemos ver ya animación coloreada a base de ilustraciones secuenciales. Huelga decir que McCay influenció enormemente a autores posteriores, entre ellos el mismísimo Walt Disney.

En 1914 y después de visitar un museo, McCay se apostó una cena a que podía hacer que los dinosaurios vivieran de nuevo. Lo hizo con una animación compuesta por 10.000 dibujos hechos a mano en los que estuvo trabajando durante seis meses, y el resultado final fue el film Gertie the Dinosaur, una película que fue la primera en mezclar imagen real con animación.

Los dibujos animados se vuelven populares

En 1920, Otto Messmer y el estudio Pat Sullivan crearon el personaje de ‘Felix el Gato’. Era un personaje del propio estudio, por lo que la audiencia podía esperar ver más capítulos. Esto a su vez le daba a Messmer y sus compañeros la posibilidad de explorar el personaje y mejorar su animación. Aunque había pasado relativamente poco tiempo desde que se empezó a experimentar con la animación, Félix demostró lo rápido que estaba avanzando.

Además, este personaje se convirtió en el primer dibujo animado que produjo merchandising, y el estudio Pat Sulliven se hizo de oro con él. Lamentablemente, en aquella época era común que el crédito por el personaje se lo llevase el estudio, por lo que su creador Messmer siguió ganando su salario normal aunque el estudio ganase millones con su creación.

En 1922 se fundó la empresa Laugh-O-Gram Films, Inc., dedicada a realizar cortometrajes animados basados en cuentos populares. Sus fundadores, Walt Disney y Ub Iwerks, acababan de cerrar un poco antes un estudio llamado Iwerks-Disney Commercial Artists, y el primer trabajo de su nueva empresa se lanzó en 1923 con el título ‘Alice’s Wonderland’.

Era una sencilla mezcla de imagen real y animación insertando textos entre medio para contar la historia. Sin embargo era sólo el inicio del mito de un Walt Disney que empezó a consagrarse en 1928 con la mítica ‘Steamboat Willie’, la tercera entrega de un nuevo personaje que acababa de crear: Mickey Mouse.

Con un Disney que empezaba a coger fuerza y asentaba a los personajes reconocibles y con personalidad, otros creadores empezaron a seguir sus pasos. En 1930, Max Fleischer lanzaba otro de sus capítulos de dibujos animados, en el que aparecía por primera vez un personaje llamado Betty Boop. En él podemos ver cómo evoluciona el sector con unos dibujos que ahora tienen voces y música.

Este capítulo, y los que siguieron a la saga de Betty Boop en los siguientes años como el ‘Snow White’ de 1933 eran un buen ejemplo de cómo eran los dibujos animados pre-Disney, con una animación bonita y alegre que no se preocupaba de ser realista. Todos los personajes se estaban moviendo de manera continua, y sus gestos eran exagerados y graciosos.

También en 1933, Max Fleischer creaba un nuevo personaje. Lo hacía dentro de la saga Betty Boop y con la presencia de su popular fémina, pero el protagonista era un recién creado marinero llamado Popeye. Aunque fue su primera aparición en escena, Popeye ya venía acompañado de Olivia y Brutus.

En 1930, dos ex-Disney llamados Hugh Harman y Rudolf Ising emitieron el primer capítulo de una nueva saga de dibujos animados a la que llamaron ‘Looney Tunes’. Estaban protagonizados por un personaje llamado ‘Bosko’, que aunque no pudo igualar la popularidad de Mickey Mouse o Betty Boop fue muy conocido en aquella época.

En 1933 (otra vez), se abrieron los estudios Leon Schlesinger Productions, donde se dio continuidad a los Looney Tunes y su saga hermana, Merrie Melodies. Esta segunda saga creó en 1935 al personaje del ‘Puerco Porky’. En un capítulo de este personaje titulado ‘Porky’s Hare Hunt’ ydirigido por Ben «Bugs» Hardaway en 1938 se incluyó por primera vez a otro de los personajes que lo cambiaría todo: ‘Bugs Bunny’.

Walt Disney reinventó la animación

Esta década de los años treinta está considerada como una era dorada de la animación estadounidense, ya que como hemos visto en ella nacieron algunos de los personajes míticos que siguen estando presentes en nuestros días. Además, también fue la década en la que Walt Disney dio ese salto cualitativo con el que cambió para siempre el mundo de la animación.

Lo hizo en 1937 con el que está considerado el primer largometraje animado, el de ‘Blancanieves y los siete enanitos’. La película no sólo es la culminación de una década de avances en la animación, sino que se atrevió a introducir un enorme realismo lejos de las exageraciones en los movimientos del resto de dibujos de la época.

En Espinof | Disney: ‘Blancanieves y los siete enanitos’, de David Hand

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La animación antes de Disney: de los primeros cortos a los locos años 30

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Yúbal FM

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