BCRD aumenta su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos


En este escenario activo de política monetaria, se prevé que la inflación continúe desacelerando en los próximos meses, convergiendo al rango meta para la medida del año 2023. En ese contexto, el BCRD estará dando seguirio permanente a las condiciones financiaras externas y las expectativas de los agentes económicos, para tomar las medidas necesarias que permitan mantener la estabilidad de precios.

Es importante resaltar que, esta decisión de aumentar la TPM en 25 puntos básicos considera que el BCRD inició preventivamente el proceso de restricción monetaria a fines del año 2021. Esta oportuna reacción ha contribuido a la moderación de la inflación y ha otorgado la space para que se realicen ajustes más graduales en la tasa de política, a diferencia de lo observado en la mayoría de las economías avanzadas y emergentes.

Un entorno internacional, se mantiene los altos niveles de incertidumbre, debido principalmente al enfrentamiento militar entre Rusia y Ucrania, provocando un deterioro de las proyecciones económicas globales. En ese, los pronósticos para el crecimiento mundial se han revisado a la baja hasta ubicarse en un sentido del 2,6% en 2022 según Consensus Forecasts, mientras que las perspectivas para la inflación internacional se mantienen elevadas.

En Estados Unidos de América, nuestro principal socio comercial, el crecimiento se ha desacelerado, previendo una expansión de 1.7% para este año, según Consensus. Por otro lado, la inflación interanual comienza a moderarse al pasar de 9,1% en junio a 8,3% en el mes de agosto, aunque supera más de cuatro veces a la meta oficial de 2,0%. En este contexto, la Reserva Federal aumentó la tasa de referencia en 75 pb en septiembre, acumulando un aumento de 300 pb durante este año, al tiempo que indicó que serían necesarios ajustes adicionales en lo que resta de 2022.

En cuanto a la Zona euro, las previsiones económicas están siendo afectadas por el referido conflicto bélico, proyectándose una expansión del 2,9% en 2022; mientras que la inflación alcanzó 10,0% en septiembre, la más alta en la historia de este bloque de países. En este contexto, el Banco Central Europeo en su última reunión aumentó su TPM en 75 pb, acumulando un aumento de 125 pb en el año y anunció incrementos adicionales en los próximos meses. Asimismo, el Banco Central de Inglaterra ha aumentado su TPM en 200 pb en el transcurso de este año, esperando ajustes adicionales en el futuro por las importantes perspectivas inflacionarias y el deterioro de las expectativas económicas.

En América Latina, casi todos los bancos centrales han aumentado significativamente sus tasas de política monetaria ubicándolas por encima de los niveles previos a la pandemia, como es el caso de Argentina (tasa de referencia en 75.00 %)., Brasil (13.75 %), Chile (10,75 %), Uruguay (10,25 %), Colombia (10,00 %), México (9,25 %), Costa Rica (8,50 %), Paraguay (8,50 %), Rep. Dominicana (8,25 %), Perú (6,75 %) , Nicaragua (6,00%) y Guatemala (3,00%).

En el ámbito doméstico, la economía dominicana continúa expandiéndose aumentando su potencial, creciendo 5.5% durante los primeros ocho meses de 2022, seguida de una variación interanual de 5.4% durante el mes de agosto. Teniendo en cuenta el impulso que mantiene la demanda agregada, las proyecciones de crecimiento económico para el cierre de 2022 lo ven revisado levemente al alza, ubicándose entre 5,0% – 5,5%, una de las mayores expansiones entre las economías de la región. Como reflejo del dinamismo económico, el crédito privado en moneda nacional crece a cierre de septiembre por encima del 14% interanual, similar a la expansión del PIB nominal.

En cuanto a la política fiscal, se destacan las mayores recadaciones con relación a lo estimado, lo que otorga el espacio necesario para aplicar subsidios orientados a mitigar el impacto de los mayores precios internacionales de las materias primas sobre la producción nacional y los hogares; así como por la asistencia a las provincias afectadas por el paso del huracán Fiona.

Por otra parte, se observa una apreciación acumulada del tipo de cambio de 7,6% al cierre de septiembre, como resultado del dinamismo de las actividades generadoras de divisas (turismo, exportaciones, remesas e inversión extranjera directa) y de las importantes entradas de capital , cimentadas en los buenos fundamentos macroeconómicos de la República Dominicana. En este contexto, el Banco Central ha realizado compras netas de divisas por cerca de US$ 1.500 millones durante los últimos cuatro meses con el objetivo de evitar una caída abrupta del tipo de cambio y mantener altos niveles de reservas internacionales.

Es importante resaltar que la economía dominicana se encuentra en una buena posición para seguir enfrentando el choque adverso, tomando en cuenta la solidez de los cimientos macroeconómicos y la resiliencia de los sectores productivos. El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos, encontrándose preparado para adoptar medidas adicionales ante factores que puedan representar un riesgo para la estabilidad de los precios.



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