¿Sabes que son los fotorreceptores?

Hablar de los fotorreceptores es hacerlo de unas neuronas especializadas que son sensibles a la luz y que se encuentran localizadas en la retina externa de los vertebrados. Los conos y bastones son unas de las células de mayor complejidad de nuestro cuerpo. Convierten la luz en impulsos nerviosos que nuestro cerebro transforma en imágenes. Es un proceso que se encarga de comunicarnos con el mundo real que tenemos a nuestro alrededor.

Más sobre los fotorreceptores

Gracias a este mecanismo podemos reconocer formas, colores, tamaños y movimiento, pudiendo desenvolvernos en nuestra vida diaria. Lo que hacen los fotorreceptores es desarrollar unos dominios morfológicos para detectar la luz, producir energía y comunicarse con las neuronas vecinas. La complejidad que tiene esta célula hace que padezca una serie de alteraciones que terminan desembocando en patologías de la retina y ceguera.

La visión es un sentido por el que se recibe mucha información sobre el mundo que tenemos a nuestro alrededor. La retina es una lámina de carácter translúcido del tejido nervioso que tapiza la parte posterior del globo ocular que procesa la información visual.

La señal luminosa que captan los fotorreceptores se transmite mediante impulsos nerviosos de forma vertical a las células bipolares. Esta señal la modulan las células horizontales. Al final el nervio óptico es el que envía la información visual que se recaba al cerebro.

Las células más especializadas de nuestro cuerpo

Los fotorreceptores debemos saber que son las células más especializadas de nuestro cuerpo. Cuentan con una serie de zonas en las que hacen una serie de funciones específicas, con un segmento externo, interno, cuerpo celular y un terminal sináptico.

Los segmentos externos de los bastones los forman una acumulación de discos membranosos en forma de pilas de monedas que les rodea una membrana celular, en la que se produce el fenómeno de la fototranducción y se encuentra un pigmento fotosensible llamado rodopsina.

En los conos, podemos ver como los discos se forman por una serie de repliegues de la propia membrana plasmática y de las moléculas fotosensibles llamadas opsinas.

Si separamos el segmento externo del interno, podemos ver como hay un cilio conector interno que tiene una estructura similar a los cilios o flagelos de otras células. La región del cilio conector sirve de paso de vesículas entre el segmento externo y el interno.

Como puedes ver, los fotorreceptores tienen una importancia en nuestra vida más de lo que pudiésemos pensar, de hecho nos permiten realizar múltiples funciones que realizamos diariamente.

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