Qué es la alpaca en joyería

La alpaca en joyería es uno de los materiales más buscados y usados. Conocida como plata alemana, es un metal fino que, en realidad, no es plata. Vamos a conocer un poco mejor de qué estamos hablando.

La alpaca es una aleación que se forma a través de una proporción del 50% al 70% de cobre junto con una cantidad que ronda del 13% al 25% de níquel y un nivel idéntico a este último de zinc junto con algo de estaño. Unidos estos materiales, obtenemos este singular metal.

La alpaca llama mucho la atención en el mundo de la joyería gracias a su color, conocido como blanco argentino. Esto la hace muy atractiva de cara al público, ya que se obtienen tonos muy parecidos a la plata, tan del gusto de los usuarios.

Sin embargo, este material no es plata ni se puede considerar como un metal precioso. No obstante, como demuestra una elevada capacidad de resistencia ante la corrosión, es perfecta para crear objetos de gran duración en buen estado.

De hecho, los usos de la alpaca van mucho más allá de la joyería. Podemos observar que se aprovecha mucho en la construcción, precisamente por su resistencia. Además, también la podemos ver en los servicios de mesa y cubiertos, etc.

Cualquier aleación de cobre, como este material, es más dura que el metal puro en sí, de ahí que se aproveche esta resistencia en todo tipo de aplicaciones, desde físicas hasta eléctricas.

Las aplicaciones de la alpaca en joyería

Actualmente, se fabrica prácticamente de todo con plata alemana o aplaca en la joyería. Pero su capacidad para ser manejada o maquinabilidad, como se llama en el sector, es bastante baja.

Para mejorar esta propiedad y que se pueda trabajar mejor el material, se añade algo de plomo, lo que permite que se pueda moldear con mayor facilidad. En este caso, se suele encontrar en productos de forja, en chapas, en llaves, barras, etc. También se observa en decoración, arquitectura e incluso telecomunicaciones.

Pero en el mundo de la joyería, que es el que nos interesa, destaca, una vez es fácilmente moldeable, por la blancura de su tono plateado. Ello hace que sea más simple de pulimentar, lo que mejora a la plata, ya que es más dura y duradera y eleva su alterabilidad, por lo que se trabaja con mayor sencillez.

Para usar alpaca en joyas, también se juega con la aleación de materiales que contiene, pudiendo así conseguir resistencias y densidades adecuadas a cada trabajo.

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