Pozo Jacob: la cueva más peligrosa del mundo

El Pozo Jacob, un manantial de origen kárstico, es el de mayor tamaño de Texas. En él se encuentra la cueva marina de mayor tamaño y que tiene cuatro metros de diámetro, sirviendo de lugar para la natación popular y como lugar recreativo. Este pozo llega a descender de forma vertical durante unos 10 metros. De ahí continúa en una serie de cámaras hasta una profundidad de cuarenta metros.

Una cueva peligrosa para los buceadores

Ocho buzos han perdido la vida de momento mientras estaban explorando el pozo. Se han llegado a explorar al menos cuatro cámaras, debiendo pasar en la última por un cuello lo bastante grande para un buceador y sus tanques de aire.

Sus aguas cristalinas y ese complejo y arriesgado sistema de cuevas atraen desde hace muchos años a turistas, bañistas  y como no, a buceadores. Estas conexiones con aguas subterráneas hacen que del pozo mane agua limpia y pura a diario desde hace miles de años, lo que ha atraído el interés de toda clase de artistas y científicos..

Quizá lo más peligroso es la apariencia inofensiva que tiene, en la primera cueva subacuática del pozo podemos encontrar 9 metros y unos 16 metros de profundidad, siendo una cueva que está bastante bien iluminada por luz exterior y donde viven muchas algas y peces.

Una aventura muy arriesgada

En el caso de la segunda cueva, la encontramos a 24 metros de profundidad, teniendo una entrada bastante estrecha y traicionera en la que un estudiante murió al quedarse atascado dentro de ella.

En la segunda y tercera cueva tenemos que tener en cuenta que tienen parte de su formación compuesta por grava suelta, por lo que los buzos intentan no tocarla cuando pasan al lado suya por miedo a que pueda jugarles una mala pasada.

Llegamos a la cuarta, que es la última cueva y que se la llama la “cueva virgen”, contando con un acceso bastante complejo, siendo la de mayor profundidad y la que tiene un cuello tan estrecho que, como decíamos antes, casi no pasa un buzo que tenga una bombona de oxígeno.

En ella además encontramos muchos sedimentos de piedra caliza que al agitarlos accidentalmente podrían provocar derrumbes en la gruta y que hagan que sea imposible salir de ella.

A pesar de la peligrosidad de estos lugares, parece que a los humanos nos atrae lo prohibido, porque a pesar de todo lo acontecido, sigue generando curiosidad. Lo mejor en estos casos es hacer caso a las autoridades o a los especialistas y no arriesgarnos, pues podemos perder la vida.

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