¿Por dónde pasa el meridiano Greenwich?

Los husos horarios son unos de los inventos de mayor importancia del ser humano. Se crearon para que pudiera establecerse una serie de horas con las que comunicarse con el resto del planeta y así realizar tratados comerciales y demás actividades. Vamos a ver por dónde pasa exactamente el meridiano de Greenwich, que es el punto principal desde el que empiezan a contarse las horas y donde acaban.

Lo primero que debemos hacer antes de hablar de él es saber qué es exactamente. Podemos encontrarlo con el nombre de “Meridiano” puesto que es el primero y a partir de él comienzan a medirse las diferentes longitudes para situar el resto de franjas horarias.

Todo ello hace necesario que debamos saber que es ficticio totalmente, puesto que no exiten los meridianos, solo en nuestra mente, pues llegamos a un acuerdo para que así pudieran relacionarse las personas según las horas. El meridiano de Greenwich toma su nombre de la ciudad inglesa desde la que empieza y el punto exacto en esta es el observatorio astronómico que tiene.

Países por los que pasa el meridiano de Greenwich

El meridiano empieza el recorrido en el Polo Norte desde comienza a bajar por el mar de Groenlandia, Noruega y el del Norte, llegando a Inglaterra, por donde pasa por el  Real Observatorio de Greenwich (coordenadas 53º45’N0º0’E) desde ahí sigue su descenso hasta llegar a Francia por el canal de la Mancha y a continuación llega a España.

En este sentido se puede encontrar un ejemplo que quizá sea algo ambiguo, pues España tiene juega con dos husos horarios, que se pusieron desde la Guerra Civil para adecuarse a la hora centro europea, pero que ayuda a que se usen más horas de sol durante el año.

El meridiano pasa por Huesca, más concretamente por el Monte Perdido y de ahí pasa por la autopista de Zaragoza, siguiendo el recorrido por el Golfo de Valencia, Denia y Altea y desde ahí comienza su recorrido por el mar Mediterráneo.

Luego, entra en África, siendo los países por donde pasa: Argelia, Malí, Burkina Faso, Togo y Ghana. Y tras ello, llegará a la Antártida a través del océano Atlántico.

Como vemos, es un trayecto muy largo, pero que sirve de mucho a la hora de establecer los husos horarios. El efecto es tal que, aunque no exista como anteriormente hemos dicho, ya lo tenemos más que instalado en nuestro subconsciente ¿no?

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