Origen del término mojigato

El origen del término mojigato no está en absoluto claro. Aunque hay una teoría que trata de explicar el significado de esta palabra, saber si realmente esta fue la forma en que se acuñó es más bien un acto de fe. Sea como fuere, vamos a conocerla y que cada uno juzgue como considere.

Recordemos que mojigato tiene diversas acepciones, todas ellas parecidas, pero no del todo iguales en su fondo. Por un lado, obedece a personas que muestran una forma de ser humilde, pero que realmente nada tiene que ver con la realidad, pues esperan como ‘escondidas’ a que llegue su oportunidad para cumplir con su propósito oculto.

Además, esta palabra también se utiliza para llamar a ese tipo de personas que se escandaliza con facilidad antes los usos y costumbres de otra gente, pues observa que están fuera de lugar y no son para nada adecuadas con su moral y visión de la vida.

Finalmente, también usamos el término mojigato para calificar a ese tipo de personas que muestran virtudes exageradas y una moralidad excesiva. Generalmente, esta clase de individuos no poseen verdaderamente dichas virtudes o moral, aunque no siempre se da el caso.

De dónde viene el término mojigato

Como hemos comentado, no es fácil considerar y encontrar el origen de este término. La teoría más aceptada nos lleva a ciertas zonas donde a los gatos se les conoce castizamente como mojos.

En este caso, en relación a la actitud de los gatos, que muestran una especie de dualidad personal, podría haberse acuñado este término para hablar de esa doble moral a la que muchas veces hace referencia el término.

Los felinos tienen fama de ser muy modosos, tal vez incluso temerosos y suaves por una parte, pero luego esconden un carácter dual, muy célebre porque mucha gente lo considera taimados y traicioneros, esperando a actuar cuando menos lo imaginas.

Y aquí es donde encontraríamos el origen del término. Tanto gato como mojo se refieren al felino. Así pues, una persona que por un lado parece adorable, suave y de fiar, y que por otro es falsa y traicionera, tendría las dos vertientes de la personalidad del gato, por ello se la llamaría algo así como gato doblemente, es decir, mojo – gato.

Con el tiempo, se dejaría de llamar mojo a los gatos. Sin embargo, el término ya se había permeado lo suficiente en la sociedad, de ahí que se acuñase la palabra mojigato para definir a este tipo de personas cuya forma de ser y actuar se asemeja a la dualidad gatuna.

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