Noche de San Juan: mitos y leyendas sobre la noche más corta del año

Los mitos y leyendas sobre la noche de San Juan se han multiplicado con el paso de los siglos. El hecho de ser la noche más corta del año y su origen pagano que se pierde en los albores de la civilización ha provocado que sea el momento más mágico del año.

La noche especial se celebra el 23 de junio. Una vez se alcanza la medianoche, la magia se apodera del ambiente. Ahí es cuando se encienden las hogueras, se queman los malos augurios y se piden los nuevos deseos.

Además, una vez el Imperio romano adoptó la religión cristiana, esta celebración pagana pasó a celebrar el nacimiento de San Juan el Bautista. Así pues, al fuego purificador se unió el agua, tan asociada al bautismo y a una nueva vida, por lo que la fiesta goza de un simbolismo enorme.

Así fue como la noche de San Juan y su magia especial referida a la renovación se extendió por toda Europa. Y por ello es tradicional realizar hechizos, quemar hogueras y mojarse en una conmemoración que se cree que puede tener hoy día unos 8000 años, cuando se comenzaron los festejos solsticiales basados en las estrellas, constelaciones y fenómenos singulares de la Tierra.

Mitos y leyendas sobre la Noche de San Juan

Al ser la noche más corta del año y el día que posee más luz, parece evidente que celebrarlo para atraer el bien es una idea fantástica. Por eso encontramos leyendas como la de los Caballucos del Diablo, en la zona de Cantabria. Estos seres pueden aguar cualquier fiesta aterrorizando a la gente mientras vuelan y braman. Ni siquiera la Anjana, el hada buena, puede hacer nada para proteger a las gentes, así que hay que buscar un trébol de cuatro hojas.

En Teulada, pueblo de la Comunidad Valenciana, encontramos la Font de la Jana, una pequeña fuente en la que aparece la Joanaina, un hada que concede deseos siempre que la ayudes a subir hasta la localidad subida a tu espalda sin que la mires ni una sola vez.

Otras leyendas y mitos más extendidos y menos localizados invitan a saltar siete olas de espaldas en el mar. Una vez acabado el rito, se ha de pedir un deseo para desterrar la energía negativa y atraer la fertilidad.

También existe el mito de que la medianoche de San Juan es el momento de buscar hierbas medicinales y colgarlas en la ventana de la casa. Así se logra la bendición del santo.

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