El cantante Romeo Santos dice “duele mucho que no te nominen a los Grammy Latinos”.

                                              

Hay músicos que para un periodista se vuelven retos. Desde hace muchos años siempre quise entrevistar a Romeo Santos, pero en las ocasiones en las que lo tuve cerca, las personas que manejan su carrera y casi me atrevería a decir su vida, lo trataban de rodear de un halo de inaccesibilidad, misticismo y medidas de seguridad que lo hacían percibir como un ser esquivo e irreverente que producía rechazo. 

Yo lo he denominado siempre el síndrome de Luis Miguel, ese ‘mal’ que aflige a ciertos personajes públicos que se alejan de la prensa y sus seguidores, y crean alrededor de ellos un mundo ególatra que los separa de aquellos que compran su música y asisten a sus conciertos. Tampoco voy a negar que ese tipo de personajes son los que más apasionan a un periodista musical, y más si en su mundo todo está por descubrir.

Cuando me dijo, su casa discográfica, que podía entrevistar a Romeo Santos, me produjo sorpresa y a la vez una cierta incertidumbre. Antes había estado al lado de Romeo en el primer concierto que realizó en Madrid. En esa ocasión, el artista se mostró indiferente, como si nada le importara, por encima de todo y de todos. 

En cambio, en esta oportunidad he de decir que esa percepción ha cambiado. Durante la entrevista que a continuación transcribo, vi en él a un artista que en distancias cortas es un ser normal, sin poses y alejado del egocentrismo que le atribuyen. Puedo decir, casi con plena seguridad, que redescubrí a un nuevo Romeo Santos, lleno de humanidad y capaz de desprenderse de ese halo místico que lo aleja de lo terrenal.

Ocio Latino: Romeo es un placer estar realizando esta entrevista; desde hace mucho tiempo vengo siguiendo tu carrera. Definitivamente eres uno de los artistas más importante de la música latina, tantos premios y tantos logros. ¿Dónde está el límite de Romeo Santos?

Romeo Santos: Para mí no es una ambición, sino un reto el seguir manteniendo a mis fanáticos contentos, o sea, seguir alimentándolos con buena música y que realmente puedan apreciar que uno como artista se reinventa entre lo que es el género bachata; no cambiar mi esencia, sino seguir nutriéndolo de diferentes sonidos y fusiones.

Fuente  Externa 

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