Facebook busca aliados contra las violaciones de privacidad

Facebook no gana para disgustos. Después de que el mismísimo Mark Zuckerberg reconociera que la empresa ha leído y utilizado mensajes de sus usuarios, la famosísima red social busca ganarse de nuevo el cariño del mundo entero. ¿Cómo? Ofreciendo recompensas de hasta 32.000 euros a los buenos samaritanos que alerten sobre una violación de privacidad.

“Data Abuse Bounty”, en defensa de la intimidad

El chat de Facebook, en su peor momento

Si algo ha aprendido el equipo de Facebook con el escándalo de Cambridge Analytica es que una mala ética puede llevar a la ruina a cualquier coloso. Viendo cómo sus acciones en Bolsa caían en picado, el equipo de Zuckerberg se ha visto obligado a tomar decisiones drásticas. Ahora son ellos los que luchan ante los delitos contra la privacidad de los usuarios. Y lo harán ayudados del programa “Data Abuse Bounty”.

Esa es la solución. Una herramienta de colaboración ciudadana en la que cualquier usuario puede denunciar el mal uso de una aplicación. El objetivo es luchar contra la comercialización de datos, evitando de paso las estafas y el empleo de dicha información para influir en política. Al parecer, que los datos conseguidos por Cambridge Analytica fueran empleados para llevar a Donald Trump hacia la Casablanca no ha sentado demasiado bien.

Lavado de imagen

Facebook busca aliados contra las violaciones de privacidad
Miles de usuarios piden que se introduzca el encriptado

Este drástico cambio de rumbo no es más que un intento de suprimir toda aquella mala publicidad sobre Facebook que estos días corre como la pólvora por todo el mundo. Aunque las cuentas de los afectados se concentran en Estados Unidos, nadie se ve a salvo. Además de cuidar su reputación, y como bien conoce cualquier gran empresario, si hay dinero en juego el interés de colaboración se multiplica. Por eso, la empresa de Zuckerberg ofrece desde 400 hasta 32.000 euros. Eso sí, las almas caritativas que aspiren a estajugosa recompensa deberán aportar pruebas contundentes de dicha denuncia.

Una cruzada en defensa de la privacidad unida a jugosas recompensas hacen de esta decisión un auténtico salvavidas para Facebook. Sin duda, una maquinaria de marketing dispuesta a recuperar la confianza de millones de usuarios, que por ahora no confían en la red social a la que hasta hace días le confesaban sus secretos más íntimos.

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