Por qué el pelo de los osos polares no es blanco

Por qué el pelo de los osos polares no es blanco


Puede parecernos de un color blanco inmaculado, pero por diversas cuestiones, los osos polares no tienen el pelo blanco. La razón de que veamos este color claro se debe a las microburbujas que encontramos entre sus pelos, pues en cada uno se almacena aire que actúa como cámara de calor y produce este blanco en la piel.

Es más, el pelo es hueco y transparente y lo utilizan para protegerse del frío. Y también para que la luz solar atraviese su capa de pelo y la piel pueda absorber la mayor cantidad de calor posible. Aunque nos resulte algo extraño, la piel de los osos polares es negra, más bien lo contrario de lo que estamos acostumbrados a percibir.

Hay que remarcar que en determinados momentos y lugares, el pelo puede verse de color amarillo o pardo claro. La piel negra contiene melanina, que absorbe el calor del Sol y le protege de los dañinos rayos ultravioleta. Al ser transparentes les ofrece una serie de ventajas, como vemos les protege del Sol y, también, a diferencia de los osos marrones o pardos, hacen que puedan camuflarse mejor en la nieve y pasan desapercibidos respecto a sus contrincantes.

Entre sus características podemos destacar que suelen ser más alargados que otros osos, y tener las patas más desarrolladas, tanto para caminar como para nadar largas distancias. Pero, a la vez, tanto las orejas como la cola son reducidas. Esto es para mantener mejor el calor corporal. En los meses veraniegos, los osos polares suelen adelgazarse.

No hay subespecies auténticas de oso polar,​ debido al reciente origen de la especie y la gran movilidad sobre los campos de hielo. Eso sí, existen seis poblaciones mayores, las de Oeste de Alaska y la isla de Wrangel; las del Norte de Alaska; las que encontramos en Canadá; en   Groenlandia; las que habitan en Svalbard-Tierra de Francisco José y los de la Siberia.

Se trata de animales que están en peligro de extinción porque fueron cazados por los esquimales y otros pueblos árticos. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) explica que el número de especies se ha reducido en al menos un 30% en los últimos 45 años. Y aunque en algunos países se prohíbe su caza, en otros, se siguen cazando.

El oso polar peligra por el hombre y la morsa, que puede herirlo de gravedad con sus colmillos. Además, hay otros factores que pueden explicar su rápida extinción si no se actúa, como es el  calentamiento del Planeta.

 



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