Mutilación genital femenina: las cifras de la ablación en el mundo

Mutilación genital femenina: las cifras de la ablación en el mundo


La mutilación genital femenina, conocida popularmente como ablación, es una terrible práctica que, por desgracia, está muy extendida en el mundo a día de hoy.

Por más que las organizaciones internacionales luchan contra esta lacra, diversas costumbres y tradiciones en países, principalmente africanos, pero también en Asia y Oriente Medio, continúan practicando esta costumbre que mutila los órganos genitales femeninos sin que se encuentre el más mínimo beneficio para la mujer, más bien todo lo contrario.

Cuáles son las cifras mundiales de la mutilación genital femenina

La ablación o mutilación genital femenina, también llamada MGF, comprende procedimientos no médicos e intencionados que lesionan y alteran los órganos genitales de las mujeres.

Como hemos comentado, tanto en mujeres adultas como en niñas, esta práctica no aporta ningún tipo de beneficio saludable, pero sí comporta problemas como aparición de quistes e infecciones, hemorragias y afecciones urinarias, complicaciones en partos futuros e incluso riesgo de muerte en el niño recién nacido.

A tenor de las cifras que aporta la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad hay más de 200 mujeres y niñas todavía vivas que han sufrido ablación en algunos países de África y Asia, sin que el número se detenga ni deje de crecer.

En la mayor parte de los casos, este tipo de procedimientos perjudiciales basados en tradiciones, creencias religiosas y costumbres, se practica durante la infancia, ya sea en el periodo de la lactancia o durante la adolescencia, hasta los 15 años.

Obviamente, la MGF es una clara violación de los derechos humanos de niñas y mujeres, de ahí que sea muy importante seguir luchando contra esta lacra social que se produce todavía en demasiados lugares del planeta.

Sin motivos médicos claros, en realidad la ablación únicamente provoca lesiones en los órganos genitales femeninos.

Por lo general, las prácticas implican realizar circuncisiones tradicionales que, en realidad, provocan graves daños, de ahí que se considere que refleja la desigualdad entre sexos y una violación de los derechos de mujeres y niñas. Y es que es una práctica que pone en riesgo la salud y la integridad física de las personas que, en realidad, están siendo sometidas a tratos crueles, degradantes y rayando la tortura.

Otros procedimientos de ablación implican la clitoridectomía, donde se secciona el clítoris de manera parcial o total, la excisión, que también secciona los labios menores, la infibulación, que estrecha la abertura vaginal y cualquier otro procedimiento lesivo para los genitales externos femeninos.



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