¿Cómo se le llama a las manecillas del reloj?

¿Cómo se le llama a las manecillas del reloj?


En esta ocasión hablaremos de las manecillas del reloj. Todos sabemos que las manecillas del reloj forman parte de este instrumento con el que se mide el tiempo. Este reloj es el que indica la hora en una esfera numerada, mediante manecillas o agujas que indican la hora, minutos y en algunos relojes los segundos.

¿Cómo se llaman?

La manecilla más larga es la que marca los minutos, por lo que se llama minutero. La manecilla más pequeña es la que se encarga de marcar las horas, llamándose horario. Existe también otra manecilla más delgada y que avanza más rápidamente, llamándose segundero, debido a que marca los segundos.

Como una hora tiene 60 minutos entre cada número del reloj hay 5 minutos, que en algunos relojes se van marcando con pequeñas rayitas.

¿A qué horas se cruzan exactamente las manecillas de un reloj?

A las 12:00 las manecillas se solapan por definición, Cuando es la 01:00 el minutero vuelve a la posición de las 12, pero la manecilla horaria está ya en el 1. Esto hace que el minutero deba recorrer ese pequeño tramo de “cinco minutos”. Eso hará que se mueva un poco a la manecilla horaria por cinco minutos .

Cuando la manecilla de los minutos, la que va más rápida, alcanza a la de las horas, que es más lenta, aunque a pesar de esa lentitud, también se habrá movido un poco.

En lo que el minutero recorre ese poquito, la manecilla horaria se habrá movido otro poquito. Todo esto hace que pensemos ¿Cómo alcanza realmente una manecilla a la otra recorriendo una secuencia infinita de tramos, aunque sean cada vez más pequeños? ¿Es imposible que lleguen a solaparse? ¿Supone un engaño a nuestros sentidos?

Hablamos de un problema que tiene una solución directa:

“En una vuelta completa de 12 horas basta contar que las manecillas de las horas y los minutos se cruzan exactamente once veces y siempre tardan el mismo tiempo. De modo que se cruzan cada 12/11 horas = 65,45… minutos = 1 hora 5 minutos y 27,2727… segundos”

Bien es cierto que podemos darle muchas más vueltas y usar largas y complicadas fórmulas. Este es un ejemplo magnífico de cómo a veces pensar mucho perjudica a la hora de encontrar una solución, que muchas veces es más sencilla de lo que pudiera parecer, además de obvia, pues todos hemos visto como se cruzan las manecillas del reloj.

Esperamos que después de este artículo te haya quedado más claro como se llaman las manecillas del reloj y otras curiosidades sobre ellas.



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