Cómo ayudar en el adiestramiento de un perro guía mediante la acogida

Cómo ayudar en el adiestramiento de un perro guía mediante la acogida


Desde que nace hasta que es entregado a una persona ciega o con discapacidad visual grave, un perro guía atraviesa diversas fases de entrenamiento. Generalmente, se comienza seleccionando el perro de las razas adecuadas y ya desde sus primeros meses de vida comienza un programa de estimulación donde se evalúa su temperamento y su forma de interactuar con las personas.

A los 56 días, el cachorro seleccionado como perro guía es entregado a una familia de acogida encargada de cuidarlo durante un año. Durante ese tiempo, el can aprenderá a socializar, acompañará a las personas en sus actividades diarias y a su lugar de trabajo, acostumbrándose al ruido del tráfico, al transporte público, etc.

¿Qué es la acogida en el entrenamiento de un perro guía?

La legislación vigente permite que los perros guía ingresen en establecimientos y utilicen los espacios de uso público y privado donde acudan sus usuarios. En el transporte, la ley permite que los perros adiestrados como guía suban a ómnibus, taxis y aviones, y vayan tendidos a los pies de su dueño.

Durante el tiempo que el cachorro convive con su familia de acogida debe pasar diversos estudios y controles veterinarios cada 6 meses. Transcurrido un año, vuelve a la escuela de formación, donde realizará un entrenamiento que dura entre 6 y 10 meses y tras el cual se convertirá en un can guía.

Este entrenamiento consiste en aprender a sortear obstáculos, como un paso de cebra, escaleras, barreras, aprender a aceptar el arnés, guiar a su dueño sin dar tirones a la correa y desplazarse en línea recta, entre otras tareas.

Tras la etapa de acogida y de entrenamiento, el perro guía estará listo para ser asignado a un usuario con discapacidad visual. Y desempeñará esta tarea durante un máximo de 12 años, cuando el can es “jubilado”.

Cualquier familia puede ofrecerse como voluntaria para acoger a un cachorro antes de su entrenamiento como can guía. A estas familias se les llama “familias de tutela” y son las encargadas de tener en su casa al animal durante un año, cuidarlo y enseñarlo a socializar.

Si bien parece sencillo, generalmente es difícil para las personas entregar de vuelta al cachorro una vez que se han encariñado con él, por ello es un paso que se debe pensar detenidamente. Hay que tener en cuenta que la separación será dura, pero en cambio se tendrá la satisfacción de haber colaborado para educar a un perro guía que será de mucha ayuda para la persona que lo reciba.

Para quienes les resulta imposible separarse de un perro tras convivir con él tanto tiempo, también está la posibilidad de adoptar a un can guía jubilado.



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