Cambio climático: aumento extremo de las temperaturas en el Ártico

Cambio climático: aumento extremo de las temperaturas en el Ártico


Todos somos conscientes de que el calentamiento del Planeta es un hecho. Es por ello que hay un aumento extremo de las temperaturas en el Ártico, un problema que avanza a medida que pasan los años. Según Greenpeace, durante los últimos 30 años el área total de hielo marino Ártico ha disminuido en verano.

Las consecuencias son cambios importantes en los ecosistemas locales del Ártico y esto afecta a los sistemas climáticos de todo el mundo.

La organización pone en alerta esta situación, pues establece que hay indicios que señalan la existencia de una relación entre la pérdida del manto de hielo ártico y el cambio en los patrones de circulación atmosférica, la circulación oceánica y los gradientes térmicos del hemisferio norte.

Según Greenpeace, aquellos años en que el Ártico ha sido especialmente caluroso se han observado patrones meteorológicos persistentes y anómalos. Según se caliente el Ártico y retroceda el hielo, los mecanismos de retroalimentación, entre ellos, una menor capacidad de reflexión del hielo (albedo) y la liberación de los peligrosos gases de efecto invernadero de su largo almacenamiento en el permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada), provocarán un aumento del cambio climático mundial.

La Organización vaticina que es probable que los episodios meteorológicos extremos sean más comunes en el futuro, habrá más probabilidad de sufrir olas de calor, inundaciones y tormentas muy intensas.

Pero hay más, porque un informe de la ONU advierte de que la región que rodea al polo Norte sufrirá cambios radicales en las próximas décadas. Pues informes aseguran que, aunque la comunidad internacional lleve a la práctica las medidas previstas en el Acuerdo de París sobre cambio climático, las temperaturas invernales del Ártico se elevarán de 3°C a 5°C para 2050. Y seguirán subiendo de 5°C a 9 °C para 2080.

Según el informe de la ONU, en el mejor escenario posible, en el que las emisiones globales se detuviesen, las temperaturas invernales árticas aumentarían igualmente de 4ºC a 5ºC para 2100. Los datos hablan por sí solos: desde 1979 el hielo marino del Ártico ha disminuido un 40%. Con la tasa actual de emisiones de CO2, el hielo desaparecerá durante los veranos árticos para el año 2030.



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