Cultura azteca: historia y características

En la América precolombina florecieron un buen número de civilizaciones que se expandieron por buena parte del continente con gran poder. Es el caso de la cultura azteca, también conocida como tenochca o mexica. Este pueblo mesoamericano fundador de la ciudad estado de Tenochtitlán dominó buena parte de lo que actualmente es México y se expandió por la zona hasta la llegada de los conquistadores europeos.

Sin duda, en la zona mesoamericana fueron los grandes dominadores junto con los toltecas y los olmecas principalmente. Su máxima extensión de conquista se produjo entre los años 1325 d.C. y 1521 d.C., algo que sabemos por las crónicas y por el rico patrimonio que todavía se conserva.

Su dominio de la región fue total a nivel político, económico y de creencias. No fue hasta la llegada de la colonización que cayeron en desgracia. Sin embargo, fueron capaces de desarrollar una gran actividad en cuanto a cultura, con dominio de la astronomía, la arquitectura e incluso sistemas propios de medición.

El término azteca fue acuñado a posteriori, ya que ellos no se consideraban así. Proviene de un mito, la isla de Aztlán, que, según su tradición, fue el lugar de origen de su civilización. Pero parece ser que su verdadero origen fue resultado de una migración hacia la zona mesoamericana.

Características de la cultura azteca

Una vez establecidos, el imperio fue ganando en presencia geográfica, extendiéndose por gran parte del sur y centro de México, en la cuenca y el altiplano, aprovechando los climas tropicales.

En su época de mayor esplendor, los aztecas se organizaban en torno a grandes creencias religiosas. La ciudad principal, Tenochtitlán, estaba levantada alrededor de un altar, y era regentada por un orador, el tlatoani, que se erigía como la máxima autoridad.

Socialmente, se organizaba en castas, que eran encabezadas por los militares nobles, una clase guerrera muy activa. A su lado gobernaban los sacerdotes, que se encargaban del culto. Debajo, los plebeyos, que se encargaban de la agricultura y la ingeniería.

Era una cultura muy educada, e incluso tenían una formación reglada con una primera etapa obligatoria hasta los 14 años y una segunda con dos ramas diferentes, una militar y otra para estudiar astronomía, teología, escritura y liderazgo.

Igualmente, las familias se organizaban en calpulli, algo como casa grande, bastante compleja, ya que consistía en diversos linajes que se emparentaban por un antepasado común. Solían compartir actividad económica.

Acabamos hablando de su religión. Eran sincréticos, profundamente creyentes y politeístas. Sin duda, el más célebre de sus dioses es Quetzalcóatl, la famosa serpiente emplumada, que exigía sacrificios humanos. También a nivel mitológico prestaban atención a la Luna, el Sol y Venus, es decir, que eran excelentes astrónomos.

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