7 curiosidades sobre la Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad, el monumento más conocido de la ciudad de Nueva York, fue durante muchos años un símbolo de la entrada a la gran ciudad para los inmigrantes, pues situada en su pedestal acuático, en Liberty Island, era lo primero que veían los viajeros que llegaban al continente.

Lady Liberty es un símbolo emblemático del cual se cuentan muchas historias. Pues ciertamente es uno de los monumentos más curiosos del mundo y de los que más se visitan hoy en día.

Curiosidades sobre la Estatua de la Libertad

Vamos a comenzar con las singularidades de este emblemático monumento. Si bien es conocida como la Estatua de la Libertad, su nombre original es Liberty Enlightening the World, que traducido significa “La Libertad Iluminando el Mundo”.

Fue diseñada por el francés Auguste Bartholdi y su equipo, quienes la construyeron en París. Su fabricación tomó 8 años, desde el 1876 hasta el 1884. Pero fue en el año 1885 cuando viajó a Estados Unidos. Para ello, se desarmó, se embaló y se cargó en 214 cajas que cruzaron el Atlántico.

Muchos creen que la Estatua de la Libertad fue un regalo de Francia a Estados Unidos, pero la realidad es que Bartholdi soñaba con construir un faro con forma de mujer en la entrada al Canal de Suez, en Egipto y, como sus planes no pudieron concretarse, decidió presentarle el proyecto a los estadounidenses.

El diseñador encargó la planificación de la estructura interna de la estatua al ingeniero Gustave Eiffel, quien lo hizo antes de diseñar y construir la Torre Eiffel en París.

Como hemos comentado, la idea inicial de Bartholdi era construir un faro con forma de mujer, pero no pudo ser dado que el emplazamiento no era bueno y la luz apenas visible, por lo cual en el año 1902 la Estatua de la Libertad volvió a ser una escultura.

Si bien no se le pueden ver los pies, la estatua los tiene escondidos bajo su túnica y se asoman apenas, sobre cadenas rotas, simbolizando la libertad.

La Estatua de la Libertad tiene un color verde azulado, que se debe a la oxidación de su pátina de cobre. En el año 1906, el congreso de los Estados Unidos propuso destinar una suma millonaria para repintarla, una propuesta que no fue aceptada por la oposición. Sin embargo, su antorcha fue sustituida en 1986 por una recubierta en oro, y es la parte de la estatua que contrasta por su gran brillo.

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