Las artimañas de Juan Bosch (1)

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POR JULIO HIDALGO

Juan Bosch narra, en algunos de sus escritos varias artimañas que utilizó para lograr imponer algunas de sus ideas, cuando las mismas eran rechazadas por algún organismo de la organización a la que él pertenecía o dirigía.

En la página 91 de su libro “El PLD: Un Partido Nuevo en América”, Bosch narra la que utilizó para impedir que Buenaventura Sánchez fuera el candidato vicepresidencial del PRD en 1962. Escribe Bosch que…

 

“… como no veía en los miembros del Comité Político inclinación a desconocer la elección de Buenaventura Sánchez como candidato vicepresidencial, decidí aislarme de todos ellos mientras durara esa situación y me trasladé, de la casa de la calle Polvorín donde estaba viviendo desde que llegué al país, a una de Arroyo Hondo, propiedad de un amigo a quien había conocido en Cuba.

La única persona que sabía dónde estaba yo era mi hermana Angelita, y la fecha de celebración de las primeras elecciones libres que tendría el país en 38 años se acercaba rápidamente, pues las elecciones estaban convocadas para el 20 de diciembre (1962) y mi aislamiento había comenzado en el mes de octubre. En esa ocasión, el peso de la dirección del partido cayó sobre Ángel Miolán que condujo la crisis hasta su solución, iniciada con la renuncia de Buenaventura Sánchez a su candidatura a vicepresidente y a la elección para ese puesto del Dr. Armando González Tamayo”.

Bosch ofrece dos versiones diferentes sobre las razones que le impulsaron a actuar de esa manera. En la página 90 del citado libro, dice:

“En realidad, aunque no se lo dije a nadie, lo que perseguía con ese argumento era evitar que tomara cuerpo una campaña de susurros que había desatado Buenaventura Sánchez, a quien había oído decir varias veces, en mis viajes por Venezuela, que él sería presidente de la República porque así se lo hizo saber a su señora madre la comadrona que lo había parteado basando su profecía en el hecho de que él —Buenaventura Sánchez— había nacido en una casa que fue propiedad de Buenaventura Báez, el político que ocupó cinco veces la posición de presidente de la República. Al retornar al país Buenaventura Sánchez contaba la historia de su nacimiento en la que había sido una casa de Báez y lo que le dijo a su madre la comadrona que la parteó, y con ese cuento fue formando un grupo de familiares y amigos de su familia que al mencionar su nombre agregaban: ‘El futuro presidente’. Esa actividad de Buenaventura Sánchez culminó en su elección como candidato vicepresidencial del PRD en violación del acuerdo que había sido tomado por el Comité Político Nacional, la más alta autoridad del partido, violación que yo no podía aceptar porque con ello se establecería el derecho de cualquiera de los perredeístas a irrespetar los estatutos de la organización y las decisiones de sus autoridades…”

 

De acuerdo a este escrito, además de que Bosch perseguía evitar que tomara cuerpo una campaña de susurros que había desatado Buenaventura Sánchez, la elección realizada por la Convención Nacional del PRD violaba un acuerdo que había sido tomado por el Comité Político Nacional de dicho partido. Bosch señala que este Comité tenía una autoridad superior a la de la Convención Nacional, cosa que me parece no era cierta.

Años antes, en la página 109 de su libro “Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana”, Bosch había escrito lo siguiente:

“La Convención Nacional me eligió candidato presidencial del PRD por cuatrocientos noventainueve votos contra uno. La elección de Buenaventura Sánchez como candidato vice­presidencial estuvo viciada de origen porque no llenó los requisitos de la Ley Electoral. Cuando supimos que la UCN esperaba el último momento -cuando ya no hubiera tiempo legal de enmendar el daño- para impugnar las dos candidaturas basándose en los defectos de la del Vicepresidente, se convocó a una convención complementaria en que resultó elegido candidato a Vicepresidente el doctor Segundo Armando González  Tamayo» .

Como vemos, la razón expuesta para elegir otro candidato vicepresidencial fue la de que “La elección de Buenaventura Sánchez como candidato vice­presidencial estuvo viciada de origen porque no llenó los requisitos de la Ley Electoral».

En este libro, Bosch añade lo siguiente:

“Inmediatamente después de la Convención Nacional me retiré a un sitio donde ningún miembro del Partido pudiera encontrarme. Quería que las convenciones de provincias y municipios, encargadas de nominar candidatos provinciales y municipales, lo hicieran por sí mismas, bajo su responsabilidad, sin que tuvieran siquiera la oportunidad de consultarme. Corríamos el riesgo de que las nominaciones no fueran las más convenientes; pero así como se aprende a caminar dando pasos, así la democracia se aprende ejerciéndola. Si las asambleas de provincias y municipios escogían mal, en otra ocasión escogerían mejor. ‘Nadie aprende en cabeza ajena’, dicen los campesinos; y esa es una buena regla en todos los casos”.

JPM

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Fuente:AlMomento