Temblor pone a prueba protocolos evacuación
El temblor de tierra de magnitud 5.3 en la escala de Richter, registrado en la mañana de ayer en la provincia La Altagracia y que se sintió en casi todo el país, provocó el agrietamiento de varias escuelas de la región Este, sembró el pánico entre la población y generó la evacuación en oficinas públicas y privadas.
El movimiento telúrico, cuyo epicentro estuvo ubicado a 24 kilómetros de Boca de Yuma, agravó la profundidad de las grietas que ya había en los techos y paredes del Liceo Gerardo Jansen de Higüey, desatando el temor de los estudiantes y profesores, quienes temían que el liceo se les desplomara encima, de acuerdo con reportes de docentes de ese centro educativo.
Es el caso de Félix Vilorio, quien exhortó a las autoridades a hacer una evaluación exhaustiva de la infraestructura para evitar peores daños en caso de un sismo de mayor magnitud.
En ese sentido, se informó que una comisión de técnicos especializados de la Dirección Ambiental y de Gestión de Riesgos del Ministerio de Educación viajó a la región Este para hacer un levantamiento de los daños registrados en las infraestructuras escolares y cuyos resultados no han sido dados a conocer.
En colegios, escuelas e instituciones del Distrito Nacional, como el Palacio Nacional, el Banco Central, el edificio de Oficinas Gubernamentales “Juan Pablo Duarte” (El Huacal) y en la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) se llevó a cabo un protocolo de evacuación que permitió la salida rápida y ordenada de los empleados hacia los puntos de reunión establecidos con el fin de proteger su integridad frente a una posible situación de peligro.
Lo mismo ocurrió en bancos como el Reservas y el Popular, y en centros comerciales como Acrópolis Center, cuyos empleados y visitantes fueron evacuados hacia la avenida Winston Churchill y permanecieron en las aceras y la isleta central de la vía durante varios minutos.
Sisalril evacúa personal en 3 minutos
Eran las 10:33 de la mañana cuando el movimiento telúrico sacudió suavemente el edificio de la Sisalril e interrumpió por unos instantes la jornada laboral.
Lejos de perturbarse, empleados y visitantes que, como la presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, se encontraban en la institución, comenzaron a salir ordenadamente de sus oficinas hacia el punto de encuentro, situado en el parqueo, inmediatamente se activó la alarma de seguridad.
Una vez allí, los brigadistas identificados con chalecos reflectantes hicieron un pase de lista de los empleados para cuantificar al personal y asegurarse que no faltase nadie.
El encargado de Planificación de la Sisalril, Fausto Pérez, calcula que la salida de todo el personal se tomó apenas 2 minutos 56 segundos, mientras que su conteo y verificación otros tres minutos. El protocolo de seguridad aplicado tras haber agotado una serie de ejercicios simulados de manera periódica, se aplica desde hace dos años y establece que el encargado de seguridad de la institución revise el estado de la edificación para luego autorizar el retorno de los empleados, que esta vez se tomaron tres minutos para regresar a sus labores habituales.