Soy un prototipo de INFOTEP

INFOTEP repartiendo conocimiento.

INFOTEP repartiendo conocimiento.

INFOTEP repartiendo conocimiento.
INFOTEP repartiendo conocimiento.

De San Francisco de Macoris, Alfredo Corniel llegó a INFOTEP en el 91.

Entonces, por esos años, para poder estudiar había que coger de Macoris a Santiago todos los días.

Al poco tiempo tuvo que empeñar el motor por 3,200 pesos y cuando se le acabó el dinero vendió el recibo por 2,500 pesos más.

No fue fácil: economizando hasta lo de la comida y con la ayuda de la abuela, Alfredo se hizo mecánico industrial. Cuando se graduó, se hizo profesor del INFOTEP. «Yo quería enseñar lo que sabía».

En INFOTEP duró 12 años. Renunció para atender su taller.

«Empecé con dos máquinas», recuerda. Invirtió los chelitos que tenía ahorrado y cogió fiao.

Se metió en un lío. Pero valiente había que ser si quería tener lo suyo y ser independiente.

¡Apostó a que su taller crecería! Se fajó como un campeón. 7 años después, compró un local más grande para mudarse y brindar más y mejores servicios.

Hoy, en su taller construye desde pequeñas piezas hasta máquinas para diversas industrias, como perforadoras de planchuelas, despalilladoras, cortadora de cigarros, entre otras.

En los últimos cinco años, el INFOTEP entregó 2.7 millones de certificados.

Tan bien valorada está la formación que provee el INFOTEP que un 83% de sus egresados consigue empleo.

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