El trance político de Leonel Fernández de cara al 2020

Yanessi Espinal


Leonel Fernández tendrá que tomar decisiones políticas radicales frente a sus adversarios en el actual proceso político.
Si Medina modifica la Constitución de nuevo para reelegirse, Fernández estaría obligado a tomar decisiones radicales

Las decisiones de Leonel Fernández de cara al proceso político del 2020 frente a las acciones de Danilo Medina para reducirlo determinarán su gravitación política más allá de las próximas elecciones.

Si las reglas constitucionales se mantienen como están, Fernández no tendría mayores problemas para ganar la candidatura presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pues es el favorito según todas las encuestas que han publicado hasta ahora entre seis precandidatos peledeístas.

Un segundo escenario sería enfrentar a un elegido de Medina para impulsarlo como candidato presidencial contra Fernández. Esa posibilidad no es descartable, pero sería difícil a algunos de los precandidatos vencer a Fernández porque ninguno exhibe crecimiento en el electorado, según la encuestas.

El tercer escenario es el más difícil y lo generaría si el presidente Medina modifica la Constitución para repostularse de nuevo.
Ese último caso provocaría una nueva realidad para Fernández y pondrá a prueba su capacidad de seguir soportando acciones desde el interior de su partido para reducirlo políticamente o si, por el contrario, tomará decisiones radicales que implicarían la división formal del PLD.

El escenario más derrotista para Fernández sería enfrentarse a Medina por la candidatura presidencial, pues es difícil que pueda vencerlo en unas primarias abiertas. Medina, aunque ha reducido su popularidad. mantiene importantes niveles de aceptación en el electorado que rozan el 50%, según la última encuesta Gallup. A esa realidad hay que agregar el dominio de Medina de todas las estructuras del PLD y el peso del Estado.

Además, Fernández legitimaría con su participación la candidatura de Medina que sería producto de una reforma constitucional, que el expresidente ha cuestionado y asumido con el discurso de respeto a la Constitución de la República.

Si Fernández acepta participar en el PLD en condiciones como esas su futuro no parece promisorio sobre todo si se toma en cuenta que en el 2020 ese partido tendrá que someterse a un proceso de elección de nuevas autoridades y en ese proceso de nuevo quedará a merced de que lo Medina quiera. Su papel se reduciría a seguir preservando espacios de poder para sus seguidores, si el PLD gane de nuevo las elecciones del 2020.

Otro escenario sería que Fernández salga del PLD, por voluntad propia o expulsado. En ese caso lo más probable es que se presente como candidato presidencial por otro partido, y de entrada eso plantearía una segunda vuelta electoral y el mayor beneficiario sería el Partido Revolucionario Moderno (PRM), el gran perdedor el PLD.

La decisión es altamente arriesgada para Fernández desde el punto de vista del éxito electoral, pues habría que ver cuántos peledeístas de los distintos niveles lo seguirían, tomando en cuenta que es un partido en el poder y probablemente un porcentaje alto de los identificados con esa organización recibe beneficios del Estado directa o indirectamente.

El reto de Fernández como candidato de un partido distinto al PLD sería colocarse en el segundo lugar para clasificar para la segunda vuelta. La situación luce difícil, pero no imposible. El éxito de Fernández para desplazar al PRM del segundo lugar estaría vinculado a su capacidad de capitalizar el rechazo de la población a que la Constitución se modifique constantemente solo para la reelección presidencial y con ese discurso lograr un voto de castigo o de venganza contra Medina, si se presenta como candidato del PLD para las próximas elecciones.

La última encuesta Gallup establece que el 71% de la población rechaza modificar la Constitución para la reelección. Esa misma investigación señala que el 10% de la gente percibe al expresidente como el principal opositor al Gobierno.

El presidente del PLD también lleva la delantera frente al Gobierno y el PRM en temas de alta sensibilidad como la migración haitiana ilegal y la defensa del país frente a los ataques de figuras y entidades extranjeras por el manejo frente al vecino país. Si a eso, Fernández suma sus logros de gobierno con obras tan imponentes como el Metro de Santo Domingo y la paternidad de políticas sociales tan exitosas, como el Programa Solidaridad, además de su carismática figura, podría calar en el electorado.

En el caso de que una candidatura de Fernández fuera del PLD no llegue a la segundo lugar, entonces el expresidente se convertiría en una figura de oposición clave y de alto impacto, que podría ejercer ese rol sin las limitaciones que le impone pertenecer y ser el presidente del partido que gobierna y en el que pierde cada vez más espacio.

¿Y si el PLD pierde?

Otra probabilidad es que independientemente de quien ocupe la boleta presidencial del PLD, la organización pierda las elecciones. Entonces vendría la lucha interna entre Fernández y Medina por el control de la organización. Hasta ahora, en el PLD sin el poder de por medio, Fernández siempre ha vencido.

¿Atacar a Danilo Medina o esperar que decida?

En la actual coyuntura, la estrategia que debe implementar el expresidente para vencer a su principal rival, el presidente Medina, tiene que ser lo suficientemente aguerrida para que no deje espacio a la duda y lo suficientemente prudente que deje espacio al entendimiento interno si llegara el momento. Hasta ahora, Fernández ha sido cuidadoso con ese tema y ha enfocado sus críticas a Medina en lo político, especialmente en lo atinente al respeto a la Constitución. El expresidente no ha emitido críticas a la gestión de gobierno de Medina, por el contrario, la alaba cada vez que puede. Pero no todos los seguidores de Fernández mantienen ese discurso, algunos como Franklin Almeyda, son ácidos críticos de Medina por la reelección, pero no critica su gobierno. Con frecuencia los seguidores de Medina se quejan de las críticas que reciben.