Algo se mueve

A un niño se le educa, a un adulto se le multa. Lo escribe un lector en un comentario a las notas sobre basura, lluvias y drenaje. Resume de manera muy concisa las opiniones de muchos otros lectores de www.diariolibre.com.

Algo ha cambiado. Como sociedad nos dimos el permiso de vivir entre basura y echarle la culpa al ayuntamiento de turno pero ya no nos basta. Eso se llama ciudadanía: exigir tanto a los encargados de recogerla como a los culpables de tirarla un comportamiento adulto. Es decir, responsable.

Un ejemplo. Llovió torrencialmente el día que el periódico se proponía hacer un reportaje (a petición de otro lector) sobre la inmundicia que rodea el costado del Mercado Modelo donde se venden alimentos. El olor, la costra de porquería vieja, la suciedad, moscas… entre los que carniceros y fruteros ofrecen alimentos es indescriptible. Repugna. Las calles aledañas son parecidas…

¿Tienen que hacer las autoridades una campaña de educación o tienen que actuar Salud Pública, el Ayuntamiento, Proconsumidor? ¿Hay que mandar a un trabajador social para que dialogue o hay que exigir que se cumplan las normas sanitarias y municipales que rigen para un negocio?

Hay que educar a los niños y multar a los adultos porque tratarles como menores de edad es un insulto a su inteligencia y un agravio a los demás ciudadanos.

Y ojo, no es un tema de pobreza. No usemos la pobreza como excusa para el paternalismo, el populismo electoral o la caridad mal entendida, que luego vienen los turistas de buena voluntad a hacer letrinas…

La basura tapó los drenajes de la ciudad, la basura también bordea las carreteras de Jarabacoa y se recoge en las playas y ríos. La buena noticia es que algo ha cambiado y ya nos resulta intolerable. IAizpun@diariolibre.com

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