Un magistrado acepta una cautelar que puede liberar al expresidente brasileño Lula da Silva

EFE

Lula da Silva

Un magistrado de la Corte Suprema de Brasil dictó este miércoles una cautelar que ordena la liberación de todos los presos condenados en segunda instancia hasta que las sentencias sean confirmadas por tribunales superiores, lo que pudiera llevar a la excarcelación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. La Fiscalía ya ha apelado la decisión con carácter urgente.

La defensa de Lula se movió con rapidez y menos de una hora después de conocida la cautelar solicitó su liberación, aunque la jueza responsable del caso aún no se ha pronunciado y podría esperar a que primero lo haga el presidente del Supremo sobre la apelación presentada por la Fiscalía.

La decisión del juez Marco Aurelio Mello se apoya en un artículo de la Constitución según el cual una pena de prisión sólo se puede comenzar a ejecutar una vez que se cumpla lo que en Brasil se conoce como «tránsito en juzgado», que supone el fin de todo el proceso de apelaciones.

En el caso del expresidente brasileño, en prisión desde el pasado abril tras haber sido condenado por corrupción a doce años en segunda instancia, aún hay dos apelaciones a tribunales superiores, por lo que la medida anunciada por el juez Mello pudiera beneficiarle, igual que a otros políticos presos por asuntos de corrupción.

En su decisión, el magistrado estableció como única excepción los casos de las personas que están en prisión preventiva, regulada por otro artículo y dictada cuando sea necesario dar «garantías para el orden público, económico o conveniencia» del proceso judicial.

La cautelar fue dictada a petición del Partido Comunista do Brasil (PCdoB), un histórico aliado de Lula, el mismo día en que la Corte Suprema inicia un receso hasta el próximo febrero.

Entre sus argumentos para aceptar la cautelar, Mello indicó que «la ejecución provisional de la pena produce como efecto colateral el agravamiento de la selectividad en el sistema penitenciario«, que se caracteriza por el elevado grado de hacinamiento.

El expresidente brasileño intentó hasta el último momento ser el candidato del Partido de los Trabajadores. Un mes antes de las elecciones brasileñas que ganó Bolsonaro, Lula, encarcelado desde abril, decidió renunciar al ver que no pudo revertir su situación judicial.

Apelación de la Fiscalía

Por su parte, la Fiscalía General de Brasil ya ha apelado con carácter urgente la orden cautelar.

«A fin de evitar una grave lesión al orden y la seguridad», la titular de la Fiscalía General, Raquel Dodge, pidió al Supremo «la suspensión» de esa medida cautelar hasta que sea juzgada en el pleno del tribunal, lo que solamente podría ocurrir en febrero del año próximo, cuando concluirá un receso judicial que comenzó este mismo miércoles.

La apelación de la Fiscalía General deberá ser analizada por el presidente de la Corte Suprema, José Antonio Dias Tóffoli, quien ha quedado como único responsable del tribunal una vez que ha comenzado el receso.

En su alegato, la Fiscalía expone que la posibilidad de ejecutar la pena ya con una condena en segunda instancia, aún cuando resten apelaciones, fue establecida por el propio Supremo en 2016.

Recuerda que, este mismo año, al analizar un recurso presentado por la defensa de Lula, el Supremo ratificó esa jurisprudencia, en una ajustada votación de los magistrados que concluyó 6-5.

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