Trump insiste en que cuatro congresistas latinas y negras deben «irse» de EE UU

EFE

Alexandria Ocasio-Cortez

El presidente de EE UU, Donald Trump, alimentó este lunes la polémica nacida el domingo por los tuits en los que pidió «volver a su país» a cuatro congresistas demócratas latinas o negras y que son ciudadanas estadounidenses, al acusarlas de «racistas» e insistir en que deben «irse del país».

En medio de una fuerte controversia que ha generado nuevas acusaciones de racismo y supremacismo blanco contra Trump, el presidente redobló sus críticas a las legisladoras, que llegaron al Congreso este año y se han convertido en voces muy influyentes en el movimiento progresista en Estados Unidos.

«Si los demócratas quieren unirse en torno a las expresiones repugnantes y el odio racista que escupen las bocas y acciones de estas congresistas tan impopulares y que no representan (al pueblo), será interesante ver cómo les salen las cosas», escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.

«Puedo decirles que ellas han hecho que Israel se sienta abandonado por los Estados Unidos», añadió.

En otro tuit, Trump preguntó: «¿Cuándo se disculparán las congresistas de la izquierda radical con nuestro País, el pueblo de Israel e incluso la oficina del presidente (de EE.UU.) por las expresiones repugnantes que han usado y las cosas terribles que han dicho?». «¡Mucha gente está enfadada con ellas y sus actos horribles y desagradables!», agregó.

Trump echaba así leña al fuego de la polémica que comenzó este domingo, cuando él preguntó en un tuit «por qué esas legisladoras no vuelven a sus países y ayudan a arreglar los lugares completamente rotos e infestados de crimen de donde vienen».

«La brigada»

El mandatario se refería a un grupo de legisladoras de la Cámara Baja, conocidas popularmente como «La brigada» («The Squad»), y formado por Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley.

Todas ellas son ciudadanas estadounidenses, y tres de ellas nacieron en Estados Unidos: Ocasio-Cortez en Nueva York, Tlaib en Detroit (Michigan) y Pressley en Chicago.

Omar, por su parte, nació en Mogadiscio (Somalia) pero obtuvo la ciudadanía estadounidense cuando era adolescente, después de llegar como refugiada al país junto a su familia.

Pero las raíces puertorriqueñas de Ocasio-Cortez, las palestinas de Tlaib y las somalíes de Omar le bastaron a Trump para exigir que las congresistas volvieran a su país, incluso cuando Puerto Rico es parte de Estados Unidos.

En declaraciones a la prensa durante un acto posterior en la Casa Blanca, Trump insistió en pedir que las congresistas «se vayan» de Estados Unidos: «Si odian nuestro país, pueden irse».

Preguntado por si le inquieta que supremacistas blancos hayan alabado sus tuits, Trump respondió: «No me preocupa, porque mucha gente está de acuerdo conmigo».

Su comentario ha merecido la condena de un centenar de congresistas demócratas, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien ha tenido algunos desencuentros públicos con las congresistas de «La brigada».

Ocasio-Cortez siguió hoy denunciando las palabras de Trump, al advertir que son «propias de los supremacistas blancos», y exigió que los políticos republicanos condenen sus declaraciones, algo que hasta ahora han hecho pocos legisladores de ese partido, entre ellos la senadora Susan Collins y el congresista Chip Roy.

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