Trump anuncia otra cumbre con Kim e insiste en el muro: «Lo haré construir»

EFE / 20MINUTOS.ES

  • El presidente de EE UU apeló a la unidad en su segundo discurso sobre el Estado de la Unión.
  • Presumió de la economía, arremetió contra «la inmigración ilegal» y cargó contra Nicolás Maduro.
  • Dedicó gran parte de su alocución, de marcado carácter nacionalista, a repasar logros históricos del país.

Donald Trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes, durante su segundo discurso sobre el Estado de la Unión (el primero ante un Congreso cuya Cámara de Representantes controla ahora la oposición demócrata), que hará construir el muro en la frontera con México, e indicó que su Administración ha enviado al Congreso una propuesta «de sentido común» para poner fin a «la crisis» en esa zona.

«En el pasado, la mayoría de las personas en esta sala votaron por un muro, pero el muro adecuado nunca se construyó. Lo haré construir yo», sentenció Trump. La disputa en el Congreso por los recursos para el muro fronterizo desencadenó el cierre parcial de la Administración gubernamental, que duró 35 días y que obligó a retrasar una semana el discurso del gobernante.

Trump aseguró que, mientras hablaba, «grandes caravanas» de inmigrantes narchaban hacia Estados Unidos, y advirtió de que nada ilustra mejor la división entre la clase trabajadora y la clase política estadounidense que la «inmigración ilegal». Según detalló, su propuesta al Congreso incluye asistencia humanitaria, más agentes de la ley, fortalecer los mecanismos para la detección de drogas y prevención del tráfico de niños.

Pero, además, Trump volvió a arremeter contra los inmigrantes ilegales y advirtió de que «año tras año innumerables estadounidenses son asesinados por extranjeros ilegales criminales». «La tolerancia para la inmigración ilegal no es compasiva, es cruel», subrayó, al tiempo que tildó de «salvaje» a la pandilla salvadoreña MS-13, de la que dijo que opera en 20 estados «y casi todos llegan» a Estados Unidos a través de la frontera sur.

La segunda cumbre con Kim, en Vietnam

En un discurso de marcado carácter nacionalista (Trump repasó diversos hitos en la historia de EE UU, desde la victoria en la Segunda Guerra Mundial hasta la llegada a la Luna, mientras insistía en la supuesta excepcionalidad estadounidense), el presidente anunció que su segunda cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, se celebrará en Vietnam los próximos 27 y 28 de febrero, y aseguró que si él no hubiera llegado al poder, Estados Unidos estaría ahora en una «enorme guerra con Corea del Norte».

«El líder Kim y yo nos reuniremos de nuevo el 27 y 28 de febrero en Vietnam», anunció. «Queda mucho trabajo por hacer, pero mi relación con Kim Jong-un es buena», agregó.

Esa cumbre de dos días, que según algunos medios podría producirse en la ciudad costera vietnamita de Da Nang, tendrá lugar ocho meses después del histórico primer encuentro entre Trump y Kim, celebrado el pasado 12 de junio en Singapur.

Trump presentó esta nueva cumbre como parte de una «nueva diplomacia audaz» con la que su gobierno se ha embarcado en una «histórica búsqueda de la paz en la península coreana». «Nuestros rehenes han regresado a casa, se han detenido las pruebas nucleares [por parte de Corea del Norte] y no ha habido ni un lanzamiento de misiles en 15 meses», defendió Trump.

«No como dos partidos, sino como una nación»

Trump inició su discurso con un llamamiento a la cooperación entre los dos principales partidos, demócrata y republicano, al presentar la división del Congreso en una cámara controlada por republicanos y otra por demócratas como una «nueva oportunidad en la política» del país.

«Millones de conciudadanos nos están observando ahora, reunidos aquí, esperando que gobernemos no como dos partidos, sino como una nación», dijo. «Hay una nueva oportunidad en la política estadounidense, si tenemos el valor de aprovecharla juntos. La victoria no es ganar para nuestro partido. La victoria es ganar para nuestro país», agregó.

Al llegar a su podio en el Congreso, Trump saludó a la nueva presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, pero durante su discurso evitó felicitarla por su llegada al cargo el pasado 3 de enero, como resultado de la victoria de la oposición en los comicios para ese hemiciclo del pasado noviembre.

«La brutalidad del régimen de Maduro»

El presidente tuvo también palabras para Venezuela. Trump ratificó su reconocimiento al «Gobierno legítimo de Venezuela» y al diputado Juan Guaidó como «nuevo presidente interino» del país sudamericano, y condenó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, por haber llevado a esa nación a «un estado de pobreza extrema».

«Hace dos semanas, Estados Unidos reconoció oficialmente al Gobierno legítimo de Venezuela y a su nuevo presidente interino, Juan Guaidó», sostuvo Trump. «Estamos con el pueblo venezolano en su noble búsqueda de libertad y condenamos la brutalidad del régimen de Maduro, cuyas políticas socialistas han hecho que esa nación pase de ser la más rica en Sudamérica a quedar en un estado de pobreza extrema y desesperación», añadió el mandatario.

Trump aseguró, además, que «Estados Unidos nunca será un país socialista».  «Estados Unidos se fundó con libertad e independencia, no bajo la coerción, dominación y control del Gobierno, y seguiremos libres. Esta noche, renovamos nuestra determinación de que EE UU nunca será un país socialista», afirmó Trump.

Esta afirmación levantó a la bancada republicana y provocó una amplia sonrisa sarcástica de la representante por el distrito 14 de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, que ha sido duramente criticada por sus ideas socialistas.

«La envidia del mundo»

Trump aprovechó igualmente su discurso para presumir de la gestión económica de su gobierno: «En tan solo dos años desde las elecciones, hemos impulsado un boom económico sin precedentes, un boom que rara vez se ha visto antes», afirmó Trump, que dijo que se trata de un «milagro económico».

«Hemos creado —agregó— 5,3 millones de nuevos empleos y sumado 600.000 nuevos trabajos para la industria. Algo que casi todo el mundo decía que era imposible de hacer, pero el hecho es que solo estamos empezando».

El presidente afirmó que la economía de EE UU es considerada «de lejos la más potente del mundo» y que «está creciendo casi el doble de rápido» que cuando llegó a la Casa Blanca en enero de 2017. Según Trump, la economía estadounidense es «la envidia del mundo».

Contra el aborto en fases tardías

En su dicurso, Trump, pidió asimismo al Congreso que apruebe una legislación para prohibir el aborto en etapas tardías.

«Trabajemos juntos para construir una cultura que valore la vida inocente», exhortó el presidente a los congresistas, al tiempo que lamentó que haya procedimientos que puedan causar dolor a los fetos en el vientre de la madre.

En ese contexto, instó a reafirmar lo que consideró «una verdad fundamental», ya que, según él, «todos los niños, nacidos y no nacidos, están hechos a la santa imagen de Dios».

Trump se refirió, además, a la decisión del Senado y la Asamblea de Nueva York, que aprobaron un paquete de tres medidas para proteger en ese estado la despenalización del aborto.

Pese a que en 1973 el Tribunal Supremo abrió la puerta a la legalización del aborto, en la última década estados conservadores, como Texas, Michigan, Misuri y Virginia, han puesto cortapisas legales para impulsar su denominada agenda «provida».

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