Trump amenaza con cerrar la frontera con México y defiende el uso de gases en los disturbios con los inmigrantes

EFE / 20MINUTOS.ES

  • Las autoridades estadounidenses detuvieron a 69 personas que lograron cruzar la valla en San Diego.
  • México deportó a un centenar por la trifulca en la que se rompió el cerco policial en Tijuana.
  • También desplegó policías para rodear el albergue donde se encuentran los centroamericanos.

Inmigrantes centroamericanos en Tijuana

El presidente de EE UU, Donald Trump, amenazó este lunes con el cierre «permanente» de la frontera de México y defendió el uso de gas lacrimógeno este domingo cuando cientos de inmigrantes pretendían entrar a la fuerza al país tras abrir una brecha en la valla fronteriza en San Diego (California).

En el enfrentamiento se registraron varios heridos y se detuvo a 69 inmigrantes en las inmediaciones de la garita internacional de San Ysidro (California), después de que se un nutrido grupo de manifestantes lograsen abrir una plancha metálica de la valla y entraran en Estados Unidos.

Estos sucesos llevaron al presidente Trump a arremeter en Twitter contra la caravana de inmigrantes, entre los que, dijo, hay «fríos criminales», y pidió a México que los deporte a sus países de origen.

Ya en declaraciones a la prensa, el mandatario apoyó la medida de los agentes al considerar que se estaban enfrentando a una «avalancha» y quiso dejar claro que su decisión responde a una idea básica: «Nadie entra al país a menos que lo hagan legalmente».

Sin embargo, el jefe de sector de Patrulla Fronteriza en San Diego (California), Rodney Scott, dijo este lunes a la cadena CNN que «numerosas personas» habrían entrado a Estados Unidos a través de secciones en las que no se ha podido reforzar el muro con Tijuana (México).

El Comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan, explicó que el uso de gas pimienta fue necesario para prevenir que «una situación peligrosa se tornara aún peor». McAleenan indicó que la medida, que incluyó el uso de bolas de goma, estuvo justificada ante la embestida de casi «mil personas» que formaban parte de la caravana de migrantes que llegó en los últimos días a la frontera entre Tijuana (México) y San Diego para solicitar asilo.

En estos disturbios, detalló McAleenan, cuatro oficiales fueron agredidos con piedras y otros proyectiles, aunque no sufrieron heridas dado que portaban equipo antimotines.

Más soldados

La situación en la frontera californiana es tal que el Departamento de Defensa (DOD) anunció este lunes que, tras analizar la situación con CBP, desplazó en los últimos días a California a 300 soldados que estaban desplegados en Texas y Arizona.

Estos soldados, que incluyen policía militar y unidades de logística y de ingenieros, refuerzan el Operativo Línea Segura bajo el cual el Gobierno desplegó cerca de 5.600 soldados a lo largo de la línea divisoria con México, incluyendo 1.800 en California.

«En ninguna circunstancia CBP debería usar gas lacrimógeno en contra de niños. Esta demostración de violencia es indignante e inhumana», señaló Lorella Praeli, subdirectora política para la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU). «Estos no son los valores de nuestra nación. Debemos rechazar las mentiras del presidente en su intento de criminalizar y deshumanizar a las familias que buscan asilo», agregó.

El congresista Joaquín Castro, quien forma parte del Comité de Asuntos Exteriores para el Congreso, calificó la decisión de utilizar gas lacrimógeno como «cruel, innecesaria e inconsistente con quienes somos y quienes aspiramos a ser como nación».

Respuesta de México y deportaciones

A raíz del incidente, el Gobierno de México presentó una carta diplomática ante la Embajada de Estados Unidos pidiendo que se investigue el uso de los gases, que alcanzaron territorio mexicano.

La cancillería mexicana «solicitó a las autoridades estadounidenses que realicen una investigación exhaustiva de los hechos en los que fueron utilizadas armas no letales de Estados Unidos hacia México».

Por su parte, el gobernador del noroccidental estado mexicano de Baja California, Francisco Vega, pidió que el Gobierno federal atienda la contingencia migratoria «como un asunto de seguridad nacional y se le dé así el tratamiento correspondiente».

Las autoridades mexicanas deportaron a 98 migrantes que presuntamente protagonizaron una trifulca al romper este domingo el cerco de la Policía Federal en la ciudad de Tijuana, informó  el Instituto Nacional de Migración (INM).

«Anoche fueron 98 personas puestas a disposición del Instituto Nacional de Migración o aseguradas por personal del Instituto y han sido deportadas», explicó en una entrevista en Televisa Gerardo García Benavente, comisionado del INM. El funcionario explicó que estos datos son «preliminares» y relató que las 98 personas que ya han sido deportadas son en su mayoría hondureñas.

Cerco policial al albergue

Fuerzas federales mexicanas establecieron este lunes un cerco al principal albergue de los migrantes que han llegado a la fronteriza ciudad de Tijuana, después del enfrentamiento del domingo.

Los agentes llegaron en al menos una decena de autobuses con capacidad para unos 50 pasajeros cada uno y fueron desplegados con equipo antimotines en las inmediaciones de la unidad deportiva «Benito Juárez», donde hasta la noche del domingo se contabilizaron 5.632 migrantes albergados.

El comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla, explicó hoy a periodistas después de un recorrido por el complejo deportivo que la presencia adicional de la corporación en Tijuana «es parte de las instrucciones precisas que dio ayer el secretario de Gobernación (Alfonso Navarrete)».

«Se trata de salvaguardar los derechos humanos de los migrantes sin que en ello se justifique, bajo ninguna circunstancia, el quebrantamiento del orden. De eso trata esta etapa», agregó.

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