Sentinel del Norte, una paradisíaca isla india en la que te matan si te acercas

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  • Nadie ha podido poner un pie en su arena y quienes lo han intentado han terminado asesinados.

La isla Sentinel del Norte es una pequeña isla perteneciente al archipiélago de las islas Andamán, en el océano Índico, administrada oficialmente por el gobierno de India.

Situada al este del golfo de Bengala, está a pocas millas del Gran Andamán. Sin embargo, la exploración actual de la isla no es posible debido a la hostil actitud y a la poca apertura de la población local hacia toda clase de visitantes y extranjeros.

En esta isla se encuentran los sentineleses, una de las últimas tribus que sobreviven prácticamente sin tener ninguna influencia de la civilización moderna. Hay varios motivos para ello: la isla no tiene interés estratégico, no tiene ningún recurso interesante, está en medio de la nada y la barrera natural de arrecifes de coral que la rodea hace muy difícil la navegación. Pero esta tribu se mantiene aislada sobre todo porque sus habitantes rechazan el contacto constantemente de forma violenta: con flechas, piedras e insultos.

De hecho, las autoridades indias han reconocido el deseo de los isleños de quedarse solos y han restringido su papel al control remoto, incluso permitiéndoles asesinar ciudadanos indios sin enjuiciamiento.

Se desconoce cuánto tiempo ha permanecido la isla aislada del resto del mundo, pero hay razones para pensar que son muchos miles de años, ya que sus habitantes tienen un mayor parecido con los africanos que con los habitantes del sudeste asiático. Además, las veces que los exploradores británicos han tratado de establecer contacto usando miembros de tribus cercanas, estas no entendían su idioma.

El primer y último contacto pacífico

El primer contacto pacífico con la tribu se dio en 1991, cuando el 4 de enero el antropólogo indio Triloknath Pandit logró intercambiar ciertos regalos, principalmente fruta, con los sentineleses. Desde entonces y hasta 1997 hubo varios contactos más.

Sin embargo, el 26 de diciembre de 2004 un tsunami azotó el océano Índico causando 280.000 víctimas a lo largo de la costa del golfo de Bengala. En pleno caos, el gobierno indio no recordó enviar ayuda a la isla hasta tres días después del desastre y fue entonces cuando comprobaron que los sentileses no querían tener más contacto con ellos.

Las últimas víctimas de la tribu

El 26 de enero de 2006 dos pescadores indios, Sunder Raj, de 48 años, y Pandit Tiwari, de 52, se acercaron excesivamente a la isla cuando trataban de pescar cangrejos y murieron a manos de los sentileses. Desde ese momento, el gobierno local de las islas Andamán y Nicobar decidió prohibir todo viaje a la isla e impuso una zona de exclusión de 3 millas se alrededor de la isla.

Recientemente el gobierno también ha declarado que no tiene ninguna intención de interferir con el estilo de vida o el hábitat de los sentineleses y que no tomarán medidas contra los isleños si matan a quien se acerque más allá de esos límites.

Se desconoce el número de indígenas que viven en la isla pero se estima que son entre 50 y 400.

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