Se recupera la única superviviente del accidente aéreo de mayo en Cuba, en el que murieron 112 personas

EFE

Avión accidentado en Cuba

La joven cubana Maylén Díaz Almaguer, única sobreviviente del accidente aéreo que causó más de cien muertos en La Habana hace tres meses, se recupera tras permanecer en estado crítico por las graves heridas sufridas en el peor siniestro de los últimos 30 años en la isla.

Tras el último informe sobre el estado de salud de Díaz Almaguer, publicado el pasado 25 de julio en los medios oficiales, el periódico Juventud Rebelde revela este domingo detalles de su evolución con declaraciones de miembros del equipo médico que la ha tratado.

Díaz Almaguer, de 19 años, fue atendida desde el día del accidente, el 18 de mayo, por un equipo multidisciplinar de especialistas en el hospital universitario Calixto García de La Habana, considerado el mejor del país en politraumatismos, y después fue trasladada al Hermanos Ameijeiras para continuar su recuperación.

El profesor de medicina intensiva y emergencias Esteban Reyes explicó la complejidad de las lesiones que sufrió la joven en las zonas de la columna vertebral, cervical, torácica, dorsal, en extremidades, tibia, peroné, pelvis y quemaduras.

También tenía heridas localizadas en el glúteo que requirieron de frecuentes curas y drenajes y, debido a la afectación medular, quedó parapléjica, precisó.

Los médicos coinciden en que uno de los momentos más difíciles en el proceso para salvarle la vida fue la preparación para la amputación de la pierna izquierda, al nivel de la rodilla a causa de su estado inmunodeprimido.

Ifrán Martínez Gálvez, especialista en angiología y subdirector del Calixto García, reconoce que pensó que la joven se iba a desplomar al amputársele la pierna izquierda, pero dijo que «ella no se derrumbó».

«Teníamos un afán feroz por salvarla y nadie quería fallar en su especialidad, dijo Martínez Gálvez, del equipo médico que atendió a la paciente.

Otra de las situaciones críticas tuvo lugar dos semanas antes de su traslado al hospital Hermanos Ameijeiras, cuando la paciente reportó un empeoramiento respiratorio y cardiocirculatorio producto de la lesión a nivel cervical.

De esa recaída Díaz Almaguer se recuperó de forma progresiva gracias a la estrategia multidisciplinar, hasta que se pudo marchar con el mínimo de antibióticos y con la perspectiva de suspenderlos.

Los médicos y enfermeras encargados de la atención de Díaz Alamaguer en el Calixto García confiesan que la extrañan tras tantas jornadas «sin relojes ni descansos por salvar» a una paciente «excepcional», que facilitó el complejo tratamiento con «estoicidad» ante las dolorosas curas de sus lesiones.

El sábado se cumplieron tres meses del siniestro del Boeing 737-200, arrendado por la compañía Cubana de Aviación a la empresa mexicana Global Air, que cubría la ruta local entre La Habana y la ciudad oriental de Holguín y cayó poco después de despegar con 113 personas a bordo, por causas que aún se investigan.

La catástrofe provocó la muerte de 112 personas, de ellas 101 cubanos y 11 extranjeros.

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