¿Se puede visitar Pompeya? Fechas y consejos para ver las ruinas
20MINUTOS.ES
- Donde hubo fuego, cenizas quedan y, en ocasiones, hasta un impresionante palacio sepultado durante 2.000 años.
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La antigua ciudad de Pompeya, próxima a la moderna que lleva el mismo nombre y a la actual Nápoles, fue enterrada bajo la erupción del Vesubio el 24 de agosto del año 79 después de la Era Común. El mismo flujo piroclástico que cubrió entonces la ciudad y que terminó con la vida de sus habitantes, ha actuado todos estos años como el ‘formol’ perfecto para conservar los muros, pinturas, frescos y estructuras que han emergido recientemente en el sur de Italia mostrando un palacio de la época casi intacto: la Domus de Júpiter.
Si bien las ruinas y la actual ciudad de Pompeya, entre las que se pueden contemplar la Villa de los Misterios, el Templo de Vespasiano, el Anfiteatro o el Santuario de la Virgen del Rosario, ya constituían un demandado punto turístico, el nuevo hallazgo ha agitado el interés por visitar la zona, junto a otros lugares históricos de Italia como Herculano, Stabia y Oplontis.
Horarios
Tal y como explica el portal oficial turístico de Pompeya desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre, periodo que comprende también el verano, las ruinas y excavaciones permanecen abiertas desde las 9 de la mañana hasta las 19.30, excepto los sábados y domingos, que se adelanta la hora de apertura a las 8.30 y se limita la entrada hasta las 18.00. El resto del año, el horario es de 9.00 a 17.30, siendo la última entrada a las 15.30, a excepción de los días 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre, que cierra sus puertas a las visitas.
Precios
Los precios de visita oscilan entre los 4 y los 18 euros, dependiendo de tarifas reducidas y el número de lugares a los que se desee tener acceso. En resumen, la entrada completa general para visitar Pompeya cuesta 15 euros y la reducida 9, no obstante, la organización informa de que los precios pueden variar en función de si existen exhibiciones o eventos especiales.
No obstante, existen distintas ofertas para combinar entradas individuales o grupales, visitar distintos lugares, disfrutar de recorridos guiados o audioguías o poder acceder sin tener que hacer colas. Desde la organización, recuerdan que «las taquillas oficiales están solamente dentro del Parque, y que las ventas fuera de las entradas principales no están vinculadas de ninguna manera con la dirección del Parque Arqueológico de Pompeya». Aunque, eso sí, existe una opción para comprar tiquets para los lugares arqueológicos del Vesubio a través de la taquilla en línea de la web oficial, donde también se puede bucear por la Historia de Pompeya, encontrar y descargar mapas y guías en varios idiomas (inglés, español, francés, alemán, ruso, japonés, chino, árabe…), consultar información turística y de accesibilidad, así como contemplar Pompeya desde la ‘Street View’ de Google o los vídeos de la UNESCO dedicados al emplazamiento.
Transporte
En la misma página se pueden encontrar también las recomendaciones de transporte, así como las coordenadas del GPS en el caso de preferir hacer el recorrido por cuenta propia. En resumen, Nápoles es la ciudad más próxima a Pompeya y cuenta con desplazamientos desde el aeropuerto en el autobús ‘Capodichino’; en coche, a través de la autopista A3 Nápoles Salerno; en autobús, a través de la compañía de transportes SITA sud; o en tren, para lo cual hay cuatro opciones: a través de la línea Circumvesusiana Napoles-Poggiomarino, de la Napoles-Sorrento, desde Nápones Central a Pompeya con la de la compañía Trenitalia o a través de Campania Express.
Otros consejos
Es importante saber además que existen ciertas normas para acceder tanto a Pompeya como a Herculaeneum, Oplontis, Stabia o el Museo de Boscoreale, entre ellas, respetar el paisaje histórico siendo conscientes de que, al tratarse de una zona deteriorada no puede cumplir las condiciones de seguridad de otras ciudades (por lo que no es recomendable apoyarse sobre muros u otros objetos) o que, desde el 15 de enero de 2015, está prohibido acceder con mochilas, bolsas o maletas cuyas dimensiones superen las medidas 30x30x15 centímetros y, aunque existen varios guardarropas gratuitos, en ocasiones pueden ser insuficientes para todos los visitantes.