Pedro Sánchez y Donald Trump se saludan por primera vez en la cumbre de la OTAN

EFE

  • España fue en 2017 el tercer país que menos aportación hizo en este sentido.
  • El presidente del Gobierno cree que el tema merece «un análisis mucho más amplio».

Sánchez y Trump

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se saludaron este miércoles por vez primera al coincidir en el inicio de la primera sesión de la cumbre de la OTAN.

Sánchez y Trump habían participado en la foto de familia de los líderes asistentes a la cumbre en Bruselas pero no tuvieron ocasión de saludarse en ese momento. Sí lo hicieron un poco más tarde, cuando ambos se disponían a ocupar sus sitios respectivos en la cumbre.

Sánchez y Trump se han acercado, han estrechado sonrientes sus manos y han protagonizado un breve saludo. No está previsto, según fuentes del Gobierno español, que haya una reunión bilateral entre ambos a lo largo de la cumbre.

A su llegada a la cumbre, Sánchez explicó que entiende la postura de su homólogo estadounidense de destinar más gasto a defensa, pero pidió ser «justos» y tener en cuenta también otros parámetros como la aportación en misiones internacionales. 

El jefe del Ejecutivo insistió en que su Gobierno es «empático» con la petición del presidente estadounidense, pero recalcó que «para ser justos» hay que hacer un análisis mucho más completo del grado de compromiso de cada uno de los aliados en la OTAN y, en ese sentido, destacó el papel de España.

Sánchez resumió su posición: «Somos empáticos con la demanda que plantea la administración norteamericana, pero para ser justos, es evidente que España es un país fiable, comprometido con el vínculo transatlántico y muy activo en misiones internacionales, ya sea en el Báltico, Turquía o Irak».

Compromiso de España

Tras recibir la carta de Trump, el presidente del Gobierno, en una reunión en Madrid el pasado 3 de julio con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró el total compromiso de España con la Alianza.

Pero al mismo tiempo consideró que la contribución de un país a la seguridad global no puede medirse únicamente con un porcentaje de gasto, sino que también consiste en la disponibilidad de capacidades militares y la voluntad de utilizarlas en favor de la paz y seguridad internacionales.

En ese contexto, el Gobierno destaca la presencia española en misiones internacionales y recuerda que ha desplegado 1.161 efectivos en misiones de la OTAN, 616 de la ONU y 757 de la Unión Europea.

Además, subraya que España forma parte de la coalición contra el Estado Islámico, donde 581 españoles colaboran en la formación del ejército iraquí.

En la misma línea que Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien junto al titular de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, acompañará en la cumbre de Bruselas al presidente del Gobierno, reconoció la pasada semana que va ser difícil alcanzar en 2024 el 2% del PIB en gasto de defensa, pero resaltó la relevancia del papel de España en sus misiones en el exterior.

Despliegue inmediato

Aunque la cuestión del reparto de cargas está llamada a protagonizar el encuentro, se trata de una cumbre en la que se esperan avances de calado, según han avanzado fuentes de la Alianza. Está previsto que los lideres den luz verde a las fuerzas de despliegue inmediato, también llamada iniciativa de las cuatro 30.

Esta iniciativa consiste en garantizar la disponibilidad en un máximo de 30 días de 30 escuadrones de aviones de combate, 30 batallones mecanizados y 30 navíos de guerra. El objetivo es atender varios focos de conflicto al mismo tiempo.

Los líderes también se espera que aprueben el despliegue de una misión de entrenamiento en Irak, donde la Alianza ya tiene actividades, para formar a las fuerzas locales y apoyarles en el desarrollo de capacidades para combatir el terrorismo. Se trata de una misión similar a la que mantiene en Afganistán y que también reforzarán con más efectivos y financiación.

Además, se prevé reformar la estructura de mando de la OTAN para adaptarla a nuevas realidades como las amenazas híbridas o cibernéticas y la lucha global contra el terrorismo. Así, se establecerán nuevos centros de mando en Ulm, Alemania, y en Norfolk, Estados Unidos.

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