La cueva de los niños atrapados en Tailandia se convertirá en un «museo viviente»

EFE

Cueva en Tailandia

Tailandia convertirá en un «museo viviente» la cueva donde estuvieron atrapados durante 17 angustiosos días los niños y el monitor del equipo de fútbol de ‘Los jabatos‘, cuyo rescate ha tenido eco global y ha puesto en el mapa el norte del país.

El museo incluirá algunos objetos, como fotografías, ropa e instrumental de los equipos de salvamento; en un proyecto que también contempla transformar la zona en parque nacional, con propósito didáctico y la intención de atraer visitantes y promover turísticamente la región.

«Es difícil proporcionar ahora más detalles del plan. Queremos reflejar lo sucedido y para ello necesitamos ayuda financiera», confirmó a Efe el gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, que coordinó la operación de rescate.

El funcionario no ocultó que el proyecto pretende fomentar las visitas a la provincia, rica en parajes naturales. Y que el objetivo es convertirla en uno de los principales reclamos turísticos del país asiático.

Con más de diez kilómetros de longitud, se trata de la cuarta cueva más larga de Tailandia, tiene un trazado endemoniado y su conversión en espacio museístico se anuncia cuando siguen pendiente de respuesta varias preguntas sobre el drama con resultado feliz.

La primera de las incógnitas es el motivo que indujo a los doce miembros del equipo juvenil y a su entrenador -que se recuperan con normalidad y han empezado a reunirse con sus familiares-, a internarse en la cavidad pese al peligro que sabían que entrañaba, ya que hay carteles  que advierten en la entrada sobre el riesgo de adentrarse en la laberíntica gruta, con nula visibilidad.

El primer ministro tailandés, general Prayut Chan O-cha, admitió que se les había administrado ansiolíticos para evitarles durante la travesía ataques de pánico pero los testimonios de buzos que les acompañaron dan entender que la droga ingerida fue más poderosa.

De acuerdo con esos testimonios, algunos de los chavales rescatados salieron en estado de semi-inconsciencia.

El azar jugó un papel en la operación de salvamento.

Según diario británico The Guardian, las reservas de oxígeno del equipo de buceadores que protagonizaron el rescate se agotaron en el momento de sacar a los últimos atrapados, y queda por esclarecer si fue un golpe de suerte o una falta de previsión.

Narongsak evita pronunciarse sobre estas y otras cuestiones, y al presentar el miércoles en Chiang Rai el plan de convertir la caverna en museo prefirió subrayar la importancia de que el suceso haya generado tamaño fenómeno de solidaridad universal.

«Los chicos no son héroes ni villanos» dijo, y sin querer entrar en mayor juicio de valor, zanjó; «ha sido un accidente».

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