Japón ahorca a un miembro de la Yakuza y a su asesor financiero, condenados a muerte desde 2004

EFE

  • Se trata del primer ajusticiamiento desde los siete que llevaron a cabo en julio pasado, en dos tandas.
  • En lo que va de año han sido ejecutadas quince personas, el mayor número desde 2008.  En Japón hay otros 110 reos condenados a muerte.

Takashi Yamashita

Dos personas que habían sido condenadas a pena de muerte en Japón fueron ejecutadas este jueves, informaron medios locales de prensa.

Los ejecutados fueron dos hombres, Keizo Okamoto, de 60 años, miembro de la Yakuza o el crimen organizado japonés, y un antiguo asesor financiero, Hiroya Suemori, de 67 años. Ambos habían sido condenados a la pena capital por el atraco y el posterior asesinato de dos personas en la prefectura de Osaka en 1988.

Los dos condenados a la horca habían secuestrado al presidente de una empresa de inversión, de 43 años, a quien previamente habían exigido 100 millones de yenes (792.000 euros al cambio actual).

Después de recibir el dinero, los dos delincuentes utilizaron un cable de televisión para ahogar al secuestrado. También fue asesinado, igualmente con un cable, un empleado de la misma empresa de inversión.

Okamoto y Suemori fueron ahorcados en un penal de Osaka, donde estaban recluidos después de recibir su condena en 2004, con el cumplimiento de la sentencia aplazado hasta este momento.

«El caso fue extremadamente cruel e hizo temblar a la sociedad japonesa», afirmó el ministro de Justicia, Takashi Yamashita, que asumió el cargo en octubre pasado. Cuando asumió el cargo, Yamashita declaró que «la mayoría del pueblo japonés considera que es inevitable la pena de muerte para los casos extremadamente crueles».

El pasado 6 de julio tuvieron lugar en Japón las últimas ejecuciones y afectaron a siete integrantes de la secta que atacó con gas sarín el metro de Tokio en 1995, entre ellos el líder del grupo, Shoko Asahara.

En lo que va de año han sido ejecutados en Japón quince condenados a la pena capital. Se trata del número mayor de ajusticiados desde 2008.

Todavía quedan en las cárceles del país 110 reos condenados a muerte, de los cuales 86 están pendientes de la revisión de su proceso judicial.

Japón es frecuentemente criticado por mantener la pena de muerte, y organizaciones como la Federación de Asociaciones de Abogados han pedido su abolición y su reemplazo por cadena perpetua.

Pero el ministro de justicia cree que eso es «inapropiado» y considera que es un recurso que cuenta con el respaldo de las encuestas. «Se deben considerar las condiciones diferentes de cada país, y tomaremos una decisión apropiada para hacer justicia», afirmó Yamashita.

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