Irán abandona parcialmente el pacto nuclear: reduce sus compromisos y da un plazo de 60 días para negociar

EFE

Teherán, capital de Irán

El presidente de Irán, Hasan Rohaní, ha anunciado que su país reduce sus compromisos adquiridos con el acuerdo nuclear de 2015 y da un plazo de 60 días al resto de firmantes del pacto para que cumplan con las exigencias de Irán.

En un discurso televisado, Rohaní informó de que desde ahora no van a vender el uranio enriquecido ni el excedente de agua pesada y que sus exigencias para volver a la situación previa es que se levanten las trabas a las transacciones con el sistema bancario iraní y a la venta de petróleo.

Rohaní aseguró que la reducción de sus compromisos nucleares es una medida dirigida a «salvar» el acuerdo nuclear de 2015, y que Irán «no ha elegido el camino de la guerra, sino el de la diplomacia». «El acuerdo sigue en pie. Anunciamos nuestra reducción, no nuestra salida (…) El acuerdo necesita una cirugía, esta es para salvarlo y no para destruirlo», subrayó el presidente en un discurso televisado, justo cuando se cumple un año de la retirada de Estados Unidos del histórico pacto nuclear.

El viceministro iraní de Exteriores para Asuntos Políticos, Abas Araqchí, trasladará también este miércoles la decisión a los embajadores en Teherán de Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania, el resto de países firmantes del pacto.

En paralelo, el presidente iraní, Hasan Róhaní, enviará cartas a los líderes de estas cinco naciones para explicar este paso.

Según la agencia oficial IRNA, Rohaní expresará en esas misivas que Irán ha ejercido contención durante el último año pero que las otras partes han fracasado en cumplir con sus compromisos.

Además, el ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, escribirá una carta a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, para anunciar los detalles técnicos y legales de la decisión.

El texto de las cartas quedará entre los documentos confidenciales del acuerdo nuclear, pero se informará de su contenido.

Irán exige en concreto el retorno a la situación de lazos bancarios y de comercio de su petróleo previa a la salida de EE UU del pacto nuclear el 8 de mayo del año pasado.

Tras retirarse unilateralmente del acuerdo, Washington volvió a imponer sanciones a Irán en agosto y noviembre pasados, incluidos a su sector bancario y petrolero.

La presión sobre el sector petrolero se acrecentó el mes pasado después de que Washington decidiera no renovar las exenciones a la compra de crudo iraní otorgadas a ocho países.

Además, el Departamento de Estado de EE UU anunció el pasado viernes la imposición de nuevas sanciones con el objetivo de endurecer las restricciones al programa nuclear iraní.

Cualquier ayuda para aumentar la planta nuclear iraní de Bushehr, más allá del reactor ya existente, y cualquier actividad para transferir uranio enriquecido fuera de Irán a cambio de uranio natural, será sancionable.

El JCPOA limita el programa atómico de Irán a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales, pero desde la salida de EE UU ha quedado en la cuerda floja.

Europa ha adoptado una serie de medidas para contrarrestar las sanciones estadounidenses, entre ellas un canal especial de pagos, pero por ahora no han tenido éxito

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